"Es usted mi prisionero"

Isabel Tovar de Teresa y Magdalena Mas

 

Francisco I. Madero y Pino Suárez permanecieron prisioneros en Palacio Nacional hasta el día 22 de febrero de 1913, cuando fueron sacados de su celda y conducidos al sacrificio. Hacia las once de la noche se les obligó a subir a dos automóviles y en las inmediaciones de la prisión de Lecumberri fueron asesinados.

 

La versión oficial, publicada en los periódicos al día siguiente, rezaba: “Al ser conducidos de Palacio a la Penitenciaría, los señores Madero y Pino Suárez fueron asaltados por un numeroso grupo de sus partidarios, trabándose un fuerte tiroteo y resultando muertos los prisioneros y destrozados los automóviles. Después de la autopsia de rigor fueron entregados a sus familiares y sepultados, el Sr. Madero en el panteón Francés y el Sr. Pino Suárez en el panteón Español” (citado en Gustavo Casasola, Historia gráfica de la Revolución mexicana). También se hacían eco los diarios como El País de que el gobierno huertista deploraba lo acontecido.

 

Así concluyó la odisea maderista y la primera etapa de la Revolución. Muchos leales al presidente asesinado de inmediato se sublevaron contra el golpe de Estado, lo que provocó que el gobierno de Huerta a la postre fuera derrocado y dio lugar a una nueva serie de revueltas y sangrientos sucesos.

 

 

Esta publicación es sólo un fragmento del artículo "Recuerdos del Zócalo (VI): “Días de sangre y fuego: el último conflicto armado en el centro de la capital y el derrocamiento del presidente Madero en 1913”, de las autoras Isabel Tovar de Teresa y Magdalena Mas, que se publicó íntegramente en Relatos e Historias en México, número 111.