Reseña del libro Adolfo de la Huerta, el desconocido. Autor: Roberto Guzmán Esparza. México, UAM-Rectoría, 2009, 192 p. Precio: 80 pesos.

Más allá de su breve paso por la presidencia interina tras el asesinato de Venustiano Carranza, de su papel como dirigente de una rebelión que llevó su apellido o como jefe de la revolución de Agua Prieta, Adolfo de la Huerta es poco conocido. Ciertas o no, sobre su figura se han extendido algunas historias que rozan la épica, como que huyó en ferrocarril de la escuela de ingeniería para sumarse a la revolución, o que fue el único ante quien Francisco Villa se rindió voluntariamente.

Peculiar es también su historia como maestro de ópera durante su exilio a partir de 1924. “El tema sería solo una curiosidad de no ser porque logró ser reconocido como un maestro del bel canto, que enseñó a noveles, cambió tesituras de voz y ayudó a profesionales a recuperar la voz perdida”.

Secretario particular de don Adolfo entre 1923 y 1933, Roberto Guzmán escribe cálidamente sobre esta faceta del expresidente. “Canta, Fito, canta”, dice que le pedían sus correligionarios desde sus días en el campo de batalla, en los tiempos de la lucha armada revolucionaria. De esto y más se enterará el lector al adentrarse en las páginas de este libro.

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