Alemanes, italianos, argentinos, japoneses, belgas, cubanos, o más recientemente balcánicos, haitianos, hondureños y venezolanos, son apenas un puñado de ciudadanos de otras latitudes que por diversas razones han migrado a nuestro país desde el siglo antepasado para residir temporal o definitivamente en él. Sin abundar en las razones de su llegada a México, quizá por todos conocido es que estas comunidades han contribuido al enriquecimiento de la cultura mexicana con el aporte de infinidad de prácticas que hasta hoy perviven.