Se presentó una serie de testigos que trataban de demostrar que Carmen en realidad era amante del abogado.

El defensor de Carmen Barba alegó que la mujer actuó en defensa de su honor después de ser ultrajada. Al final, fue absuelta.

Es interesante también que ciertas palabras no eran utilizadas por la prensa, los jueces ni abogados; por ejemplo, se decía ultraje y no violación.

Al acercarse la sucesión presidencial de 1910, que desde un año antes había incendiado al país, los redactores de El Diario del Hogar dejaron de lado los asuntos políticos y en las páginas de su periódico escribieron sobre la fuente inagotable de toda inspiración: la mujer.

La mejor manera era heredar. Si la madre tenía recursos propios, al morir podía dejarlos a las hijas; si el padre había acumulado suficiente capital, podía incluir a las hijas en su testamento.

El sábado 17 de octubre de 1953 el país amaneció con la confirmación de una ansiada noticia que fue publicada en el Diario Oficial.