La caricatura tiene mucho de premonición. En marzo de 1877, el caricaturista Tenorio Suárez vislumbra el militarismo de Porfirio Díaz –quien estaba a unas semanas de alcanzar su primer periodo presidencial–.
El actual Cerro de la Estrella en la Ciudad de México ha sido escenario principal de dos rituales que muestran el fervor religioso de quienes han habitado estas tierras. En la época prehispánica ahí se celebraba cada 52 años la ceremonia del Fuego Nuevo, en la cual era sacrificado un cautivo sacándole el corazón. Tres siglos después, los pobladores peregrinaban hacia sus faldas para venerar al Señor de la Cuevita, lo que décadas después devino en la famosa representación popular de la Pasión de Cristo.
Cada año, durante Semana Santa, la catedral de San Francisco en Campeche revive parte de su pasado mediante la celebración de una de las manifestaciones más populares y ricas de la región: la multitudinaria procesión del Santo Sepulcro, que en estos lares es tan antigua como los orígenes de esa ciudad y que se ha enriquecido gracias a los fieles dispuestos a continuar su celebración.
La monja guatemalteca María Teresa de la Santísima Trinidad obtuvo fama a partir de que en la Semana Santa de 1816 sufrió arrebatos místicos que le produjeron estigmas en pies y manos.
A pesar de los obvios antecedentes y vínculos, los magonistas se alejaron no solo físicamente de México, sino también en términos ideológicos y políticos. Para comenzar, en Estados Unidos entraron en contacto con líderes obreros y periodistas de origen europeo que habían migrado a América. Así, se hicieron internacionalistas, muy atentos a temas como la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa, aunque mantuvieron, e incluso acrecentaron, su interés por la población de origen mexicano que vivía en Estados Unidos.
En enero de 1917 Enrique Flores Magón decía que “el Congreso Constitucionalista, bajo la vigilancia del asesino de trabajadores Venustiano Carranza, no es para beneficiar a los pobres, sino para remachar las cadenas de estos”, a pesar de que en el constituyente de Querétaro participaron diputados que habían sido simpatizantes del magonismo.