Nuestras Historias

  • A doscientos años de la muerte del emperador francés Napoleón Bonaparte

    A doscientos años de la muerte del emperador francés Napoleón Bonaparte

    Carlos Gustavo Mejía Chávez

    En 1805 España, siguiendo los designios de Napoleón, vivió una de sus mayores derrotas marítimas en Trafalgar en contra de la Armada británica, lo que volvió a poner en tela de juicio, en España y en América, la política seguida por el ministro Godoy.

  • Napoleón Bonaparte y la Nueva España

    Napoleón Bonaparte y la Nueva España

    Carlos Gustavo Mejía Chávez

    Antes de 1808, en la América española las opiniones sobre Napoleón fueron elogiosas; por ejemplo, la Gazeta de México, entonces dirigida por Juan López Cancelada, publicó loas al emperador francés.

  • El invento de la acera

    El invento de la acera

    Arnaud Exbalin

    La creación de aceras respondió a la necesidad de aislar al peatón del tránsito vehicular con la intención de protegerlo de algún accidente. Sin embargo, con estas también se imponía la preferencia del transporte sobre los caminantes en la ocupación del espacio público.

  • Erradicar el uso del coche

    Erradicar el uso del coche

    Arnaud Exbalin

    De carga, personal, de alquiler, propio, de dos o cuatro caballos, los coches cambiaron el paisaje y la vida cotidiana en las ciudades desde su aparición.

  • Un panfleto contra los coches

    Un panfleto contra los coches

    Arnaud Exbalin

    ¿Será que hubieron más accidentes al final del siglo que al principio, o más bien que, con la generalización del acceso a la ciudadanía, ahora cada quien se sentía libre de sentarse a redactar denuncias de los excesos de los transportes a caballo? Lo cierto es que, a lo largo del siglo XVIII, la velocidad de los vehículos fue aumentando de manera significativa.

  • ¿Prohibir el uso de coches particulares?

    ¿Prohibir el uso de coches particulares?

    Arnaud Exbalin

    En París, el asesino es “aquel que, sin pasión ni necesidad, abre de repente las puertas de su casa y se abalanza como un demente sobre mil de sus semejantes, arrojándoles toda la fuerza de un carro veloz y de dos vigorosos animales”. Lo que textos de ese tipo vienen a ilustrar es una auténtica guerra social entre peatones y usuarios de coches.

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