Las Trece Colonias de Estados Unidos

La Redacción

A inicios del siglo XVI, los primeros colonos europeos, fundamentalmente de España, Francia e Inglaterra, se asentaron en el territorio que hoy es parte de Estados Unidos, entonces habitado por grupos indígenas seminómadas.

 

En ese contexto, las guerras europeas entre España e Inglaterra tuvieron repercusiones internacionales. Los británicos, para competir por la supremacía sobre los mares, promovieron la formación de colonias en Virginia.

A principios del XVII, la Compañía de Virginia, formada por comerciantes londinenses, obtuvo de la Corona inglesa los privilegios para la explotación de la costa atlántica norte y estableció en la bahía de Chesapeake el primer asentamiento: Jamestown.

De su lado, los exploradores franceses inspeccionaron el territorio del valle del Mississippi para el control de la vasta área entre los Grandes Lagos y el golfo de México, mientras que los holandeses se asentaron en el costa: en 1624 fundaron la ciudad de Nueva Ámsterdam, hoy Nueva York.

En la segunda década del siglo XVII, los ingleses favorecieron la emigración de personas pertenecientes a grupos religiosos, de orientación puritana, que buscaban un lugar para ejercer libremente su culto y construir una sociedad de acuerdo con sus ideales. Así, se llevó a cabo el famoso viaje de los calvinistas a bordo del Mayflower en 1620 y la posterior fundación de Plymouth, Nueva Inglaterra. Tal hecho ahora se asocia a la identidad histórica de los Estados Unidos.

Durante el siglo XVIII se conformaron tres grandes áreas de poblamiento con rasgos peculiares, en las que se asentaron las llamadas Trece Colonias inglesas: en el sur (Virginia, Maryland, las Carolinas y Georgia) predominó la agricultura de arroz, tabaco y algodón; en el centro (Nueva York, Nueva Jersey, Delaware y Pensilvania) se cultivaron cereales y se promovió el comercio naval; y en el norte (Massachusetts, Connecticut, Rhode Island y New Hampshire), donde ocurrió la primera colonización, se forjó una economía agrícola y manufacturera cuya fuerza motriz fue el puerto de Boston.

Conflictos con la metrópoli

Para el siglo XVIII, Inglaterra era una gran potencia económica y militar. Su consolidación en el mercado mundial comenzó a partir de su expansión territorial en América (Florida, Canadá y el oriente del territorio de Luisiana), gracias a sus victorias militares sobre Francia y España.

En la costa atlántica, las Trece Colonias lograron un comercio favorable con Inglaterra a partir del crecimiento de sus exportaciones. Más tarde, conforme dominaron la naturaleza en sus territorios, disminuyeron las importaciones de mercaderías inglesas.

Esa tierra suya y lejana de la metrópoli, con la que competían comercialmente, había sido enriquecida con sus esfuerzos. Esto convocó a más inmigrantes europeos: en solo setenta años la población aumentó ocho veces. De un cuarto de millón de habitantes en 1700, pasó a más de dos millones en 1770.

Los conflictos políticos entre las colonias y la metrópoli también emergieron cuando el parlamento inglés impuso en el reino la Ley del Azúcar y la Melaza en abril de 1764, con lo que comenzaron las primeras formas de resistencia al boicotear las importaciones inglesas, pues los colonos consideraban que Londres los trataba como extranjeros aun siendo súbditos de la Corona.

El Parlamento inglés impuso dicha ley que gravó la importación de melaza, azúcar, ciertos vinos, café y ron, en otros productos, pero también regulaba las importantísimas exportaciones de madera y hierro. El impuesto provocó el declive casi inmediato de la industria del ron en las colonias norteamericanas y redujo drásticamente el comercio con las Azores, las Islas Canarias, Madeira y las Antillas francesas, importantes destinos de madera, harina, quesos y productos agrícolas.

La situación también trastornó su economía al reducir los mercados a los que las colonias podían vender y redujo la cantidad de moneda disponible para la compra de productos británicos manufacturados. Dicha ley y la de divisas prepararon el escenario para las revueltas.

 

Si desea leer el artículo completo, adquiera nuestra edición #154 impresa o digital:

“Armas y dinero. El poco conocido pero fundamental apoyo de Nueva España a la independencia de Estados Unidos”. Versión impresa.

“Armas y dinero. El poco conocido pero fundamental apoyo de Nueva España a la independencia de Estados Unidos”. Versión digital.

 

Recomendaciones del editor:

Si desea saber más sobre la historia de la relación de México con Estados Unidos, dé clic en nuestra sección “Relación México-Estados Unidos”

 

Title Printed: 

La guerra de independencia de Estados Unidos