Más tarde, en el afán de convertir a la sociedad de la capital del país en una de “mayor categoría”, se incitó al consumo del pan. ¿Por qué no poner lo mismo del taco dentro de una telera o un bolillo? Finalmente, el pan era de origen europeo y se consideró que su consumo generaría una modernización a través de la comida y se convertiría en parte de la nueva cultura alimentaria del México moderno.
La torta tiene diferentes interpretaciones según el país. En México, lleva prácticamente lo mismo que el taco, aunque incluye más embutidos y, en algunas ocasiones, se sirve fría. En este último caso, lleva su embarradita de frijoles recalentados y puede ir acompañado de jamón cocido, queso de puerco, blanco o amarillo, mortadela y más.
La inclusión de embutidos era parte de afrancesar este platillo. Además, se usó la telera, conocida como pan francés, nombre que adoptó desde la década de 1860, con la Segunda Intervención de esa nación en México. Cuando escaseaba la telera se llegaba a usar bolillo. Sin embargo, con todo y su gran aceptación, la torta no logró equiparar el éxito del taco.
Esta publicación sólo es un fragmento del artículo "La sabrosa historia del antojito mexicano" de la autora María de los Ángeles Magaña, que se publicó íntegramente en Relatos e Historias en México, número 121. Cómprala aquí.