“La política de México, política de pistola, solo conjuga un verbo: madrugar. En México si no le madruga usted a su contrario, su contrario le madruga a usted”, escribe el chihuahuense Martín Luis Guzmán (1887-1976) en su aclamada y ponderada novela La sombra del caudillo.

Esta obra, que primero apareció por entregas en los periódicos El Universal y La Opinión (Los Ángeles, California) en mayo de 1928 con el título “Un general de treinta años”, y al año siguiente fue publicada bajo el sello editorial español Espasa-Calpe, es la verdadera radiografía de un sistema político mexicano marcado por intrigas, corrupción, crímenes y traiciones, y conserva entre sus páginas una terrible y lamentable actualidad pese a que narra, con perfección literaria, los trágicos acontecimientos de la vida pública y política del país ocurridos entre 1924 y 1928.

Como su título lo anuncia, desvela las entrañas del poder ejercido por el Caudillo desde la oscuridad; no por nada en nuestro país suele llamarse a la política “la tenebra”, “lo oscurito” o “el oficio de tinieblas”. Es una novela histórica y política que narra magistralmente los usos y abusos del poder del México posrevolucionario.

Martín Luis Guzmán fue un hombre que siempre vivió a caballo entre la política y la literatura. Ejerció cargos públicos y diplomáticos y cultivó las letras en la ficción y el periodismo. Pero en la novela histórica –género anfibio que posibilita contar la “historia verdadera” desde la ficción, que no desde la mentira– hallaría un rico y poderoso centro que permitía maridar aquellos universos antípodos que tanto le interesaban.

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