El objetivo es un acaudalado cafetalero de origen alemán, aunque naturalizado mexicano, de nombre Karl Retelsdorf, que además es dueño de una radiodifusora desde donde, se sospecha, se transmiten mensajes cifrados a Berlín.
1941. Verano. El agente Alfonso Nava, al servicio del DIPS, se enjuga el sudor de la frente, producido por el excesivo y bochornoso calor que despide la húmeda montaña del pueblo de Coatepec, Veracruz. Aunque desearía estar en un lugar más fresco, no se ha levantado de su puesto de observación: la azotea de una céntrica casa de dicho poblado. Desde ahí toma fotografías, escucha y anota. El objetivo es un acaudalado cafetalero de origen alemán, aunque naturalizado mexicano, de nombre Karl Retelsdorf, que además es dueño de una radiodifusora desde donde, se sospecha, se transmiten mensajes cifrados a Berlín.
De acuerdo con el historiador Carlos Inclán, el informe del agente Nava concluyó que lo mejor sería continuar espiando a Retelsdorf, con la intención de conocer sus planes de acción en territorio mexicano. Y así sucedió por un tiempo, hasta que, por instrucciones del Estado Mayor presidencial, fue aprehendido en junio de 1942 y trasladado a la fortaleza de Perote, acusado de utilizar la radio para fines de espionaje y de relacionarse con George Nicolaus. Salió de la prisión de Perote un año después, sin que se le haya podido comprobar ninguna de las acusaciones.
Años más tarde, desde su cautiverio en EUA, George Nicolaus afirmó ante el FBI que la radiodifusora de Retelsdorf sí había sido utilizada para enviar mensajes en clave a Alemania, que él mismo viajaba en auto desde la Ciudad de México hasta Coatepec, que el cafetalero no había cobrado nada por dichos servicios, pues “estaba en buena situación pecuniaria”, y que desconoció en todo momento el contendido de dichos mensajes.
Si desea leer el artículo completo, adquiera nuestra edición #163 impresa o digital:
“Vida cotidiana en Nueva España”. Versión impresa.
“Vida cotidiana en Nueva España”. Versión digital.
Recomendaciones del editor:
Si desea saber más sobre extranjeros cautivados por México, dé clic en nuestra sección “Extranjeros perdidos en México”.
Los espías nazis en México (III)