Espacios y edificios de Tlatelolco

Pablo Escalante Gonzalbo y Aban Flores Morán

Se ha dicho que las grandes dimensiones de las plazas y edificios centrales de Tlatelolco en el Mapa de Upsala constituyen un indicio de que dicha pintura fue elaborada en aquella localidad; como si su autor quisiera beneficiarla, haciéndola más vistosa. Pero no fue así. ¡Tlatelolco es grande en el Mapa de Upsala porque era inmenso!

 

Es mucho más explícito el énfasis que se pone en el mapa para identificar las casas de los gobernadores tenochcas de la parcialidad de San Pablo, por ejemplo. También es notablemente más detallada y anecdótica la referencia al hospital-pueblo de Santa Fe, que incluye numerosos personajes. Los énfasis narrativos en el mapa son significativos y nos han ayudado a determinar su origen y autoría; pero no son indicios que conduzcan a Tlatelolco.

¡Tlatelolco es grande en el Mapa de Upsala porque era inmenso! Sin quedar constreñido por la traza española, salpicado de baldíos, canales, lagunillas, contaba con espacios mayores que la parcialidad de San Juan Tenochtitlan. Usando mapas coloniales y algunos marcadores contemporáneos, como calles y edificios sobrevivientes, hemos examinado las áreas ocupadas por el convento de San Francisco de México y por la Catedral y la Plaza Mayor. Llegamos a la conclusión de que ambos conjuntos cubrían superficies mucho menores que la zona central de Tlatelolco. El conjunto conventual de Santiago (atrio, iglesia, convento, colegio), la plaza de mercado y el tecpan o palacio de gobierno indígena conformaban el ámbito cívico-religioso más grande de la isla de México. Y, de hecho, el Mapa de Upsala es bastante exacto en la representación de las distancias y direcciones dentro de la isla.

La plaza y la fuente

En el Mapa de Upsala se utilizaron estereotipos arquitectónicos para representar las iglesias, como los que se usaban en los grabados de la época, con torres y chapiteles inexistentes en México. A pesar de ello, se registraron datos significativos sobre diversas construcciones de la época, e información precisa sobre la ubicación de las cosas. En la imagen de Tlatelolco observamos dos grandes plazas yuxtapuestas, que, simplificando, podemos identificar como la de la iglesia y la del mercado. En la parte inferior, al borde de la plaza pública, se muestran dos hileras de construcciones, separadas por un patio, que conformaban el tecpan, recinto administrativo y de justicia integrado por autoridades indígenas.

Es muy notable la representación, hacia el centro de la plaza de mercado, de una cisterna que recogía el agua potable procedente de Chapultepec, la retenía para servir como fuente a la población local y la dejaba circular después para abastecer a diversos barrios. Sorprendentemente hemos venido repitiendo la idea de que esa fuente/cisterna representada en el mapa corresponde con el hallazgo, hace unos años, de un receptáculo con bellas pinturas murales conocido como “caja de agua”. Pero esta última se encuentra dentro del perímetro del convento, en su lado poniente y notablemente alejada de la plaza pública. Se trata sin duda de dos cosas distintas. Por otra parte, la estructura con un larguero de madera que se advierte en el mapa parece corresponder con el punto de referencia de la autoridad civil que solemos llamar picota.

Mapas posteriores confirman las ubicaciones representadas en el de Upsala. Es especialmente interesante observar el prolijo plano de Pedro de Arrieta, de 1737, donde volvemos a apreciar las grandes dimensiones del conjunto civil y religioso de Tlatelolco. En la plaza de mercado figuran dos estructuras de planta cuadrangular; una de ellas techada, en la ubicación de la fuente/cisterna, y la otra con el aspecto de un templete. Un tercer elemento en la plaza representada por Arrieta parece ser una fuente de surtidor, más ornamentada, de planta poligonal.

Colegio y convento

Debido a que normalmente prefirió el uso de estereotipos en el dibujo de las iglesias, llama la atención que el autor del Mapa de Upsala haya pintado una estructura en el ángulo sureste del atrio, junto al convento. Es probable que haga referencia al colegio, a lo que el colegio era hacia 1555, antes de que se construyeran las “piezas aumentadas” por Sahagún. En la pintura de Arrieta se puede ver con mayor detalle el convento  y, frente a él, al poniente, una larga galería techada que dividía el atrio y formaba un huerto. Al fondo del huerto advertimos una estructura en ángulo recto, adosada al convento: creemos que corresponde con el antiguo colegio.

En una litografía del siglo XIX, realizada desde el oriente, por lo tanto desde la plaza pública, se ve con claridad el ábside de la iglesia, el muro trasero del convento, terminado en un masivo contrafuerte piramidal y, finalmente, una estructura a la que se ingresa por una esbelta arquería; esta correspondería con el colegio. Precisamente, el título impreso en la estampa reza “Exterior del antiguo colegio de Santiago Tlatelolco”. Para esa fecha, el convento ya tenía la función de prisión militar y el antiguo colegio era un cuartel.

Respecto al largo pasillo cubierto que surgía del muro poniente del convento y dividía el atrio, este todavía existía a mediados del siglo XX, antes del gran proyecto urbanístico de la unidad Nonoalco-Tlatelolco.

 

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El Imperial Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco