José Alfredo Jiménez, el Hijo del Pueblo

Ricardo Lugo-Viñas

“Un mundo raro”

Casado en un par de ocasiones, primero con Paloma Gálvez y luego con Mary Medel, José Alfredo siempre estuvo acompañado por mujeres hermosas como Lucha Villa, Irma Dorantes, Lola Beltrán o Alicia Juárez, joven de la que estuvo enamorado en los últimos años de su vida.

Viajó por Latinoamérica, trabajó en palenques e ínfimos teatros populares o en restaurantes como el Tenampa. También apareció en algunas películas de la época de oro del cine mexicano, como Ahí viene Martín Corona (M. Zacarías, 1952), para la que escribió el Corrido de Martín Corona, dedicado a su amigo Pedro Infante. Ahí José Alfredo sale a escena y se interpretan varios de sus éxitos.

A pesar de que grabó una buena cantidad de discos, jamás vivió en la opulencia, en parte por su modestia y su gusto por la vida de barrio, aunque también por lo costoso que significa beber como él bebía, y otro tanto porque recibía remuneraciones ínfimas por parte de las disqueras que en varias ocasiones lo defraudaron.

 

“No vale nada la vida”

Era la noche del 24 de noviembre de 1973. La gente se aglutinaba a la entrada de un famoso velatorio ubicado en la calle Félix Cuevas, en la Ciudad de México. El motivo: José Alfredo Jiménez, en un féretro rodeado de abundantes flores, se despedía de éste su mundo raro y a sus amigos, admiradores y escuchas les tocaba llorar, llorar y llorar.

El enorme Hijo del Pueblo había muerto el día anterior, a los 47 años de edad, por una cirrosis hepática causada por su vida de excesos, aunque algunos medios de comunicación achacaron el deceso a un paro cardiaco.

Ahí estaban el cineasta Emilio el Indio Fernández, la familia de José Alfredo, centenares de personas y la cantante Chavela Vargas, quien al llegar se tiró frente al féretro y, tequila en mano, organizó un improvisado homenaje musical y etílico para despedir a su gran amigo de parrandas y canciones.

“No vale nada https://www.acheterviagrafr24.com/viagra-pfizer/ la vida”, seguramente pensaron muchos aquel día. 

 

Esta publicación es un fragmento del artículo “El mundo raro de José Alfredo Jiménez” del autor Ricardo Lugo-Viñas y se publicó íntegramente en la edición de Relatos e Historias en México, núm. 92.

 

José Alfredo participó en la película Ahí viene Martín Corona (1952). Puedes verlo a partir del minuto 29.