Monterrey despega

Cerveza e industrialización
Eduardo Cázares Puente

A finales del siglo XIX se presentaron las condiciones políticas y financieras que favorecieron el surgimiento de grandes empresas que hasta hoy subsisten, como la Cervecería Cuauhtémoc. Así, con el apoyo de la administración porfirista y del gobernador Bernardo Reyes, Monterrey ya despuntaba como el gigante económico del país.

 

Con la llegada del general Bernardo Reyes al gobierno de Nuevo León, a mediados de la década de 1880, se empieza a promover el desarrollo industrial de la región. Monterrey formó su aparato industrial con base en capitales local y extranjero y gracias a la protección que el Estado concretó mediante la exención de impuestos a importantes empresas.

En el marco de esta política pública surgió la posibilidad de incorporarse a la nueva aventura económica. Ni tardo ni perezoso, José Calderón Penilla planeó el establecimiento de una primera cervecería que llamaría “El León”, junto con una fábrica de hielo en el antiguo molino de la Purísima, sobre los márgenes de los ojos de agua de Santa Lucía, a mediados de 1886. Sin proponérselo, “El León” se convertiría en el antecedente inmediato de la Cervecería Cuauhtémoc.

Precisamente cuando el proyecto de esta cervecería empezaba a adquirir forma, cuando más intensas y largas eran las primeras deliberaciones previas al nacimiento de la compañía que llevó al noreste mexicano a la era de la gran industria, la muerte sorprendió al principal promotor del negocio destinado a transformar positivamente a la ciudad. La fundación de esta empresa tuvo que esperar.

Un año después de su muerte, el sueño de Calderón Penilla se hizo realidad. El 8 de noviembre de 1890 se firmó la escritura por la cual se creó una compañía anónima con el objeto de establecer y explotar una fábrica de cerveza llamada “Cuauhtémoc”. El gran proyecto gestado en la casa comercial “José Calderón y Compañía” dio a luz. Bajo la razón social “Fábrica de Cerveza y Hielo Cuauhtémoc”, la empresa inició sus operaciones en noviembre de 1890 con solamente setenta obreros, dos personas de administración y cien mil pesos de capital.

Durante sus primeros años de existencia, la Cervecería Cuauhtémoc alcanzó cifras y premios mundiales que le permitieron internacionalizar su producto. Por ejemplo, en 1893 la cerveza Carta Blanca obtuvo la medalla de oro en un festival industrial efectuado en la ciudad de Chicago, Illinois. Fue el primer premio obtenido por una cerveza mexicana a nivel internacional. Para 1899 la Cuauhtémoc era la quinta cervecera más importante del país.

La historia de la Cervecería Cuauhtémoc representa un caso de éxito de la industrialización impulsada durante el Porfiriato. Salvo lagunas de poder que sucedieron durante la Revolución, ha logrado mantener su crecimiento y desarrollo a nivel nacional e internacional y es un ejemplo de la industria mexicana surgida a finales del siglo XIX.

 

Esta publicación es un fragmento del artículo “Monterrey despega” del autor Eduardo Cázares Puente y se publicó íntegramente en la edición de Relatos e Historias en México, núm. 51.

 

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