Tras el fusilamiento de varios jefes republicanos, los cautivos que se encontraban en los campamentos republicanos temieron un acto de venganza contra ellos.

El río Nueces siempre fue la frontera de Texas con Tamaulipas.

El 11 de mayo el presidente Polk solicitó formalmente al Congreso estadunidense la declaración de guerra contra nuestro país.

En la prensa europea se hablaba abiertamente no solo de intervención, sino de establecer un gobierno monárquico en el país.

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El lábaro que ondeó sobre el Castillo de Chapultepec en el épico año de 1847, permaneció en Estados Unidos durante los siguientes cien años. En este artículo, el autor rastrea el destino que tuvo aquella bandera, así como el de tantas otras que fueron capturadas y catalogadas como “trofeos de guerra” durante los enfrentamientos ocurridos en la invasión norteamericana y que finalmente fueron devueltas en 1950.