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¡Vamos al cine! Les recomendamos “Espaldas mojadas”
(Alejandro Galindo, 1953)
Marco A. Villa. HistoriadorEsta premiada cinta nos entrega un sensible relato sobre el fenómeno social de las migraciones mexicanas a Estados Unidos, en las que persiste la esperanza a pesar de lo difícil que puede resultar el cruce de un país a otro.
31-08-2020 11:37 -
¡Vamos al cine! Les recomendamos “La intrusa”
(Miguel Morayta, 1953)
Marco A. Villa. HistoriadorCon esta cinta estelarizada por Charito Granados, Evangelinda Elizondo y Lalo Fajardo, el cine nacional salía de la ciudad para relatar a su público sentidas historias ambientadas en los despoblados ambientes campiranos de imponente fuerza natural.
31-08-2020 10:38 -
¡Vamos al cine! Les recomendamos “El cofre del pirata”
Fernando Méndez, México, 1958
Marco Villa. HistoriadorCon la actuación de Tin Tan y las jóvenes Sonia Furió e Irma Dorantes, esta cinta refleja el impulso turístico dado al puerto de Acapulco, al entretenimiento popular y a un tipo de cine abocado a consumar la alegría de los espectadores.
31-08-2020 10:20 -
¡Vamos al cine! Les recomendamos “Medianoche”
Tito Davison, 1949
Marco A. Villa. HistoriadorCon las actuaciones del consolidado Arturo de Córdova y unas jóvenes Marga López y Elsa Aguirre, esta cinta emuló las grandes producciones del film noir estadounidense de mediados del siglo XX
31-08-2020 10:08 -
¿Quién es el Rey del Churro?
Vida y obra del cineasta Juan Orol
Javier BonillaEl cine mexicano popularizó las películas de charros y rumberas que dominaron la taquilla a mediados del siglo XX. Fueron raras las ocasiones en que dos géneros se unían para el regocijo de todos, como en las comedias rancheras. Pero ¿qué sucedería al combinar más de dos géneros y darles un giro inesperado a los personajes típicos? Solo una persona logró esa titánica tarea: el gallego Juan Rogelio García García, mejor conocido por su nombre artístico de Juan Orol.
31-08-2020 09:45 -
¡Vamos al cine! Les recomendamos "Días de otoño"
Roberto Gavaldón, 1963
Marco Villa. HistoriadorEl ambiente de la estación de trenes capitalina de Buenavista, cuya perfecta simetría se mezcla esta vez con un frío y desolador ambiente, recibe a la bella Luisa, que por la expresión de su seño parece tener más miedo que ganas de abrazarse a la esperanza de una vida próspera. Y así, con el rechinar de las ruedas en sintonía con sus sigilosos pasos, la pueblerina pasa sus primeros instantes en la capital de aquel México de los años sesenta que ya crecía exponencialmente...
31-08-2020 09:35