El juego de pelota fue practicado, en diferentes versiones, por distintos pueblos mesoamericanos. Conocido por los mexicas como tlachtli, este acto ceremonioso también cumplía con funciones rituales, diplomáticas, deportivas y políticas. En 2010, en la calle Guatemala de la Ciudad de México, a unos cuantos metros de la zona arqueológica del Templo Mayor, se halló un fragmento de la cancha más importante del juego de pelota en Tenochtitlan.