Nuestras Historias

  • El primer Gran Premio de México

    El primer Gran Premio de México

    Gerardo Díaz

    Y la increíble historia del auto que ganó con dos pilotos en 1962

  • La Casa de Moneda de México

    La Casa de Moneda de México

    El hogar de la moneda mexicana
    Gerardo Díaz

    La Casa de Moneda de México es la responsable de que todos podamos gritar águila o sol cada vez que lanzamos una moneda, así como de los cotizados metálicos conmemorativos.

  • La guerra en España, día por día

    La guerra en España, día por día

    Agustín Sánchez González

    Estos dibujos son parte de la prehistoria de Gabriel Vargas, creador de La Familia Burrón, quien apenas pasaba los veinte años cuando publicó esta tira excepcional de la Guerra Civil española.

  • Museo Regional de Guadalupe en Zacatecas

    Museo Regional de Guadalupe en Zacatecas

    Usted está aquí
    Gerardo Díaz

    Una de las pinacotecas más bellas y mejor exhibidas del país se ubica en la zona conurbada de Zacatecas, en el centro del municipio de Guadalupe.

  • El voto es mejor ¡con una cerveza!

    El voto es mejor ¡con una cerveza!

    Marco A. Villa

    La publicidad en la campaña presidencial de 1952.

  • Recuerdos de Don Edmundo O’Gorman

    Recuerdos de Don Edmundo O’Gorman

    Amigo, maestro y gran historiador
    Josefina Zoraida Vázquez

    “Quiero una imprevisible historia como lo es el curso de nuestras mortales vidas; una historia susceptible de sorpresas y accidentes, de venturas y desventuras; una historia tejida de sucesos que así como acontecieron pudieron no acontecer; una historia sin la mortaja del esencialismo y liberada de la camisa de fuerza de una supuestamente necesaria causalidad; una historia solo inteligible con el concurso de la luz de la imaginación; una historia de atrevidos vuelos y siempre en vilo, como nuestros amores; una historia espejo de las mudanzas, en la manera de ser del hombre, reflejo, pues, de la impronta de su libre albedrío para que en el foco de la comprensión del pasado no se opere la degradante metamorfosis del hombre en mero juguete del destino inexorable”. Edmundo O’Gorman.

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