Los romeritos son un quelite, su nombre deriva del náhuatl quilitl, que significa “hierba comestible” y se convierten en el ingrediente principal de un plato que nunca falta en nuestras mesas cada Navidad, en la cena de Año Nuevo y en Cuaresma.
Durante la época prehispánica, estos quelites eran plantas muy valoradas por los aztecas y hoy en nuestros días continúan siendo un alimento muy importante para la gente del campo por sus grandes beneficios nutricionales y medicinales.
La tradición de servir romeritos en las cenas de Navidad y Año Nuevo, al parecer, tiene su origen en la época de la Colonia. En esos años, los religiosos solían guardar una especie de vigilia el 24 de diciembre aunque para “matar el hambre” comían romeritos, que al ser un platillo que no lleva carne encajó perfectamente, pero le agregaban el mole poblano que acompañaría al pavo de la comida de Navidad.
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