En este mismo mes de hace veinte años se publicó de manera póstuma el quinto y último trabajo de la banda Morphine, desintegrada meses antes tras la muerte de su líder y vocalista Mark Sandman en un escenario italiano, luego de sufrir un fulminante ataque al corazón.
Morphine nació en la región noreste de Estados Unidos, en la zona de Cambridge, Massachusetts, reconocida como una de lasmás importantes a nivel intelectual y creativo por las más de cien universidades alojadas ahí. Por tal razón, miles de universitarios concurren a los sitios públicos de la periferia, en donde escuchan bandas de música de todo tipo, permitiendo a los artistas hacer cualquier experimento musical. Mark Sandman comentó en una entrevista que incluso no era necesario saber tocar, simplemente los dueños te permitían expresar aquello que se necesitaba amplificar.
También, como consecuencia geográfica, podemos notar la clara influencia del blues y el jazz, pero con una búsqueda más moderna, ligada directamente a la literatura de la Generación Beat; ellos mismos denominaron su propio género como low rock o fuck rock, un tanto por su referencia literaria hacia el low beat, como al sonido bajo logrado por sus características musicales.
Con la formación de un power trio en donde únicamente conservaron la batería de Jerome Deupree y luego de Billy Conway, añadieron el sonido del virtuoso músico Dana Colley, quien era capaz de tocar dos saxofones al mismo tiempo, y reemplazaron el sonido de la guitarra eléctrica por uno híbrido entre bajo y slide guitar de dos o tres cuerdas creado por el propio Sandman para poder armonizar su voz de bajo-barítono. Crearon así un sonido único que con la ejecución de riffs perfectos daban un sentido entero y cerrado a cada tema musical, que con el canto suave y profundo de Mark lograron un estilo inusual hasta nuestros días.
Morphine fue el pináculo estético de las carreras creativas de cada uno de sus integrantes, ya que tenían muchos años de experiencia al haber sido miembros de anteriores bandas. Pero con este proyecto se permitieron hacer las cosas como necesitaban, sabían y disfrutaban.
Por su parte, el ir y venir de Mark Sandman por el mundo le permitió aprender diversos oficios, como camaronero o campesino. Viajó por México, Perú, Brasil o hasta donde pudo, solo por conocer. Siempre mantuvo contacto con su familia por medio de postales, testigos de puño y letra que nos permiten asomarnos a la mente del genio.
A partir de su muerte, se develó que su vida estuvo rodeada de eventos trágicos. Siempre fue reservado con su privacidad, aunque estaba presente a los oídos de todos, ya que resultó que muchas de sus letras que parecían sacadas de algún borrador de William S. Burroughs, eran en realidad eventos por los que había atravesado y que fueron la causa por la que se fijó la meta de convertirse en ese ser especial que su hermano veía en él, y que a través de exponer su dolor en su arte logró salir avante de dichos traumas, mas no impidió que su vida terminara de forma trágica.
Para disfrutar la música de Morphine hay que tener en cuenta que está influenciada por el jazz y blues dentro de una estructura rock, en lo que parece ser una búsqueda del minimalismo; es una especie de limpieza de aquello que para ellos sobraba en el proceso creativo, dejándonos obras maravillosas que pueden ser caso de estudio por su alto contenido estético y su exploración en los inicios de la música norteamericana, en los que se encuentran sus mayores influencias.