Metro Bellas Artes, un poquito del corazón francés en México

Gerardo Díaz

 

En 1904 se inició la construcción de un edificio pensado para sustituir el demolido Teatro Nacional. La inspiración corrió a cargo del arquitecto italiano Adamo Boari, quien intentaría trasladar a México parte del encanto de la llamada Belle Époque al traer, literalmente, una parte de Europa en forma de mármol italiano. Este nuevo gigante de hierro y acero tuvo sus pormenores técnicos y sociales para erigirse, hasta que finalmente logró consolidarse como el símbolo de la cultura y las artes en México.

 

Hasta la fecha, el Palacio de Bellas Artes es relacionado con el afrancesamiento que vivió la capital del país durante el Porfiriato; sin embargo, la época posterior al presidente Díaz continuó con esa influencia en la obra pública de la ciudad. Un ejemplo de ello son los primeros vagones del metro. Encargados a la empresa francesa Alsthom, estos llegaron en febrero de 1969 vía marítima, casi emulando la trayectoria de aquel mármol italiano, con la misión de transportar a los usuarios de las flamantes líneas 1 y 2; esta última, por cierto, en colindancia con Bellas Artes. Al igual que los trenes, llegaron botellas de champaña para la debida inauguración, así como técnicos del Viejo Continente para instruir a los trabajadores mexicanos.

 

En 1998, el metro Bellas Artes tuvo un elemento francés más, pues a partir de ese año el acceso ubicado en el costado que da hacia la Alameda recibió un llamativo obsequio: un arco que imita los míticos diseños art nouveau del arquitecto galo Hector Guimard, quien diseñó las entradas originales para las estaciones del metro de París. Esto en el marco del treinta aniversario de las relaciones entre los sistemas de transporte de ambos países.

 

En esa misma década, el artista francés Jean-Paul Chambas creó, en el área correspondiente a la línea 8, el mural sobre México intitulado Visión, en el que refleja a su estilo lo que le impresionó de nuestro país; podemos contemplar desde un autorretrato bebiendo mezcal, hasta máscaras prehispánicas muy cerca de Pancho Villa y Emiliano Zapata.

 

En contraparte, nuestro paisano Rodolfo Morales creó en la misma estación el mural Visión de un artista mexicano sobre Francia, el cual fue inaugurado en 1998 por el entonces presidente de Francia, Jacques Chirac, y contiene momentos que el autor consideró claves de las diferentes épocas que llevaron a la formación de la Francia contemporánea.

 

Esto y más permite que en la estación Bellas Artes podamos tener un poquito del corazón francés.

 

 

La nota breve "Bellas Artes" del autor Gerardo Díaz, se publicó en Relatos e Historias en México, número 115