Inaugurada en septiembre de 1969, se proyectó para ser parte de una glorieta que ampliaría y redireccionaría vialidades como Insurgentes y Chapultepec, en una ciudad donde los espacios de negocios, restaurantes y esparcimiento se expandían más allá del Centro Histórico, en lugares como la Zona Rosa.

Hasta la fecha, el Palacio de Bellas Artes es relacionado con el afrancesamiento que vivió la capital del país durante el Porfiriato; sin embargo, la época posterior al presidente Díaz continuó con esa influencia en la obra pública de Ciudad de México. 

La estación del metro capitalino Etiopía-Plaza de la Transparencia recuerda la visita a México del monarca Haile Selassie I en 1954.

Cuando se planificó la Línea 4 del Sistema de Transporte Colectivo-Metro, seguramente se pensó que la estación que estaría a las afueras de Eje 4 Norte Avenida Talismán tendría en su iconografía una referencia a algún místico artefacto o signo celeste. Sin embargo, en el transcurso de la obra se realizó el hallazgo de un fósil milenario que cambió en parte lo planificado

¿Por qué el logotipo de esta estación de metro representa una pirámide y no la efigie de José María Pino Suárez? Esto fue por un descubrimiento realizado durante la planificación y construcción de dicha obra de transporte entre 1967 y 1970. Ahí se encontró la llamada pirámide de Ehécatl, el dios mexica del viento.