La pelea por el territorio de Monterrey

Enrique Tovar Esquivel

Las numerosas incursiones españolas para capturar indios hicieron que el virrey Álvaro Manrique de Zúñiga ordenara la salida de todos los soldados del Nuevo Reino de León, y fue una de las causas del despoblamiento de Monterrey antes de su fundación definitiva en 1596.

 

Rencillas no olvidadas El gobernador Carvajal viajó al Pánuco en 1583 y retornó a la ciudad de León a fines de 1584. En la primavera de 1586 salía nuevamente con la intención de abrir un nuevo camino entre León y Tamaulipas, pero antes de hacerlo otorgó un permiso a Alberto del Canto para capturar indios entre 1585 y 1586.

Relata el cronista Alonso de León que “luego que el gobernador [Carvajal] llegó a la villa del Saltillo, dio comisión al capitán Alberto del Canto para entrar a la ciudad de León a hacer algunas piezas [indios]; y antes de salir a su descubrimiento, le pareció, por ciertos respectos [razones], revocarla”. Su revocación se debió probablemente a que en León se encontraba Montemayor como tesorero de la Real Hacienda.

Sin embargo, Del Canto desoyó la orden, formó una compañía y se adentró al valle de Extremadura; estableció un campamento cercano a León (otro nombre de asentamientos en Cerralvo). Montemayor no perdió la oportunidad y ordenó que fuera apresado y llevado a las casas reales, y así lo hicieron sus soldados. Pero los hombres del capitán portugués no lo abandonaron a su suerte, sino que acudieron a las casas reales y exigieron su liberación bajo el lenguaje de las armas, pues “comenzaron a pelotearlas, pidiendo su capitán, cuyas peticiones iban escritas en las balas, que como granizo salían por las bocas de las escopetas”.

La gente de Montemayor se defendió desde un torreón; aun así, los hombres avanzaron en torno a las casas reales. Ante ello, Montemayor dejó la tarea de matar a Del Canto a otros: mandó a sus hombres “entregarlo, pero muerto”. Lo que pudo ser trágico final se convirtió en valeroso acto cuando “un viejo prudente, de adentro, se abrazó con el capitán Canto, y así salió hasta la calle; que lo recibieron sus soldados sin lesión, porque los de adentro, por no lastimar a su compañero, no le tiraron”. Del Canto y sus hombres se fueron “gozosos” a Saltillo, dejando a Montemayor humillado.

Despoblamiento del Nuevo Reino de León

La partida de Carvajal a Tamaulipas mediando 1586 incitó nuevas incursiones de soldados para prender indios. Una de esas compañías estaba al mando de Del Canto, quien meses atrás había ingresado al territorio y casi le cuesta la vida. Repitió el intento y logró “una buena presa” (entiéndase indios), pero Montemayor fue avisado por gente de la villa de San Luis y mandó una compañía de sus hombres para obligar a Del Canto a soltar a los indios, lo que hicieron para luego retirarse, aunque en el camino de regreso apresaron otros que se llevaron a Saltillo sin impedimento alguno.

El virrey Álvaro Manrique de Zúñiga ordenó en agosto de ese año la salida de todos los soldados del Nuevo Reino de León para evitar ese tipo de abuso, pero solo consiguió debilitar las poblaciones fronterizas. Tiempo después, la muerte de un indio en León por Lucas de Linares (fundador de Almadén bajo el mando de Carvajal) originó un fuerte alzamiento y ataque contra la ciudad; “fue causa que la dicha ciudad de León, villa de la Cueva, se despoblase, habiéndose ya despoblado primero la villa de San Luis” entre octubre y diciembre de 1586.  

 

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