¿Han visto el fabuloso e hilarante espectáculo del basquetbol Harlem Globetrotters?

¿Saben cuándo vinieron a México por primera vez?
Gerardo Díaz

 

Los Harlem Globetrotters es un equipo estadounidense de basquetbol cuya meta principal no es ganar juegos o competir en las ligas profesionales, sino generar espectáculo puro en la duela en cada segundo que dura el evento.

 

Todo aficionado al deporte resguarda en su memoria el recuerdo de algún equipo que lo marcó por su forma de jugar, por tener en sus filas a su jugador favorito o incluso, y se vale, por haber sido increíblemente malos al grado de la hilaridad. En este sentido, pocas instituciones como los Harlem Globetrotters, equipo estadounidense de basquetbol cuya meta principal no es ganar juegos o competir en las ligas profesionales, sino generar espectáculo puro en la duela en cada segundo que dura el evento. Por ello, desde sus coloridos uniformes que replican la bandera de las barras y las estrellas, sus bromas con los espectadores, las teatrales discusiones con los árbitros sobre quien anotó más puntos o sus irreales y algunas veces espectaculares canastas, estos trotamundos del baloncesto son únicos.

Surgidos en 1926 alrededor de la figura de Abe Saperstein y de lo que fue un equipo llamado Savoy Big Five de Manhattan, estos chicos no tenían rival al cual enfrentarse; equipo que se les ponía enfrente solía perder de forma abrumadora, al grado de dejar de disfrutar el baloncesto y aburrirse en los duelos. Entonces Saperstein tuvo la genial idea de dejar la competencia a un lado y brindar algo fresco, atrevido y lleno de color. Así, comenzaron a desarrollar la esencia misma de la franquicia al mostrar un juego lleno de pases de fantasía, canastas sobre los hombros de los compañeros, brincos colosales… risas y más risas.

Además de sus increíbles habilidades atléticas, con el paso de los años los Harlem Globetrotters comprendieron que su popularidad y carisma podía ser funcional en otros ámbitos y así se acercaron a la filantropía, que actualmente es su gran característica. Entonces, parte de esa magia dentro de la duela fue mostrada en escuelas, hospitales, centros juveniles y otros lugares alrededor del mundo. De hecho, en los Juegos Panamericanos de 1955 fueron parte de las empresas que ayudaron económicamente al comité mexicano, en una época en que la explotación comercial de estos eventos no era todavía un gran negocio.

Desde ese momento, los Globetrotters se volvieron nuestros visitantes frecuentes y sus aficionados siempre esperan su llegada, pues más allá del deporte y el exquisito espectáculo que brindan, estos embajadores de la buena voluntad son siempre recibidos con los brazos abiertos. Es un equipo que marcó, marca y seguirá marcando época sin importar quiénes sean sus integrantes, pues cada uno de ellos ha sido un mago en su tiempo.