“¡Por favor, señor cartero, he esperado mucho tiempo!”, cantaba con gran energía John Lennon al frente de The Beatles cada que se presentaban en vivo o era reproducido en las radios de muchas partes del mundo, desatando el frenesí de sus seguidores que apasionados lo acompañaban con su propio canto.
Era el auge de la invasión musical británica en Estados Unidos cuando Please Mister Postman, la pieza que incluía estas líneas, fue grabada por el cuarteto de Liverpool para su segundo álbum With The Beatles, publicado en 1963. The Carpenters haría su versión doce años después, ubicándola en la cima de las listas de popularidad.
Sin embargo, para los norteamericanos esta era desde 1961 una de las canciones más reproducidas. Grabada para el sello Tamla –que al poco tiempo se convertiría en la icónica Motown de Detroit–, esta canción interpretada originalmente por el grupo femenil de soul The Marvelettes, fue el primer éxito de Motown en alcanzar el número uno en el Billboard Hot 100 y en el Billboard R&B, comenzando así una época dorada para esta compañía, la cual se prolongaría por más de una década. Y es que la Motown, propiedad del también músico, compositor y arreglista Berry Gordy, había sido creada en 1959 para fabricar éxitos, a la manera de la producción en serie, y para ello crearía también un sonido único y un matiz homogéneo en sus letras caracterizado por el estilo de llamada y respuesta.
Fue así que al comenzar la década de los sesenta llegan al estudio de grabación de Hitsville, sede de Motown, tres talentos que al tiempo se volverían legendarios: los hermanos Edward y Brian Holland, junto con Lamont Dozier. Arreglistas, músicos y compositores, los tres jóvenes afroamericanos ya deambulaban con éxito entre los círculos de artistas del este norteamericano desde la década de los cincuenta, abocándose principalmente al soul, rhythm and blues, jazz, swing y góspel, ritmos que sirvieron de base a la portentosa sinfonía coral del doo wop que distinguió a varios de sus éxitos en sus primeras versiones.
Sus canciones, muchas de ellas melosas, explotaron la fórmula de la música que había servido para catapultar a artistas de la talla de Ray Charles y que también definió el muro del sonido (wall of sound) de Phil Spector: la técnica de orquestación, aunado a sofisticados –aunque al principio rudimentarios– arreglos con la cámara de eco y coros. Y si bien la música que acompañó sus composiciones –en la que participaron predominantemente junto con ellos la banda multirrítmica The Funk Brothers– tuvo su propia evolución acorde con las épocas vividas, el trío se mantuvo leal a sus componentes básicos ya antes descritos.
Lo que siguió para ellos fueron decenas de éxitos interpretados por más de un artista o banda y posicionados en lo más alto de las listas de popularidad, entre los cuales destacan (Love Is Like A) Heat Wave, cantada por Martha and The Vandellas y luego por Linda Ronstadt, Phil Collins y The Who; Can I Get a Witness, primero interpretada por Marvin Gaye –quien por cierto tocó la batería durante la creación de Please Mister Postman– y luego por The Rolling Stones; Baby Love, Stop! In the Name of Love y Come See About Me cantadas por The Supremes, grupo del cual surgió Diana Ross; Leaving Here, grabada por Motörhead, Pearl Jam y The Birds, y Just a Little Bit of You con Michael Jackson.
Si desea leer el artículo completo, adquiera nuestra edición #170 impresa o digital:
“El Imperial Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco”. Versión impresa.
“El Imperial Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco”. Versión digital.
Recomendaciones del editor:
Si desea saber más sobre la historia de la música, dé clic en nuestra sección “Música y Tiempo”.
El trío detrás de la fábrica de éxitos de Motown