“El prometer no empobrece”. Sin embargo, los conflictos salen a relucir cuando las sociedades a las que se han ofrecido cambios inmediatos piden resultados prontos y tangibles.
Bien dice el dicho: “El prometer no empobrece”. Sin embargo, los conflictos salen a relucir cuando las sociedades a las que se han ofrecido cambios inmediatos piden resultados prontos y tangibles. En este cartón, dibujado por Rafael Lillo, un personaje del pueblo reclama al líder revolucionario Francisco I. Madero acerca de las promesas que ofreció en busca de apoyo para derrocar al régimen de Porfirio Díaz. Madero lo mira sin saber qué contestar, mientras que la actitud del campesino denota una exigencia de soluciones.
Se sabe muy poco de Lillo; apenas que era de origen catalán y nacionalidad española. Fue creador de diversas portadas de El Mundo Ilustrado y colaboró en Actualidades, El Ahuizote, Ojo Parado, Multicolor y La Risa, formando parte del espléndido grupo de caricaturistas que criticaron enérgicamente al gobierno maderista.