¡¿Dos campeones?! La final de futbol México-Brasil en los Juegos Panamericanos de 1975

Gerardo Díaz Flores

En la final México-Brasil de los Juegos Panamericanos de 1975, la FIFA solicitó programar el término del juego para después, pero las autoridades de los Panamericanos y las federaciones de futbol mexicana y brasileña prefirieron el triunfo para ambos equipos.

 

 

El premio era para nosotros. No lo podíamos dejar escapar. Contábamos con la ventaja de jugar en casa y, en opinión de los expertos, con una muy competitiva selección que incluía a un joven llamado Hugo Sánchez. En el torneo de futbol de los Juegos Panamericanos de 1975, únicamente los favoritos de siempre, Argentina y Brasil, podrían eclipsar la esperanza de los aficionados y dibujar en sus rostros una sonrisa nerviosa. Pero la albiceleste y la canarinha habían compartido grupo en la fase previa, así que los nacionales sólo se enfrentarían a uno de ellos en el partido final.

 

Y así fue. Tras superar a Cuba, Costa Rica y Canadá, México disputaría la medalla dorada con Brasil, que triunfó sobre Trinidad y Tobago, Bolivia y Argentina. El Estadio Azteca sería testigo de esta contienda aquel 25 de octubre de 1975, junto con las más de cien mil almas ahí reunidas.

 

Todo era un bonito sueño. Los mexicanos eran alentados fervientemente por su público y los brasileños parecían dominados por el pánico escénico. Los tricolores apretaban en todo sector de la cancha y el factor de la altura estaba a su favor. De pronto, un magnífico pase a profundidad logró destruir la defensa brasileña y Héctor Tapia culminaba la jugada dentro del área para reflejar en el marcador el dominio nacional.

 

Pero nuestra maldición con los penales no es una condición reciente, así que en aquella ocasión también se hizo presente cuando en los minutos finales el árbitro decretó una falta mexicana dentro del área y Claudio Adao registró el empate desde los once pasos, lo que llevó el encuentro a la prórroga.

 

Entonces los papeles se invirtieron y ahora los cariocas dominaban. El nervio de las tribunas parecían absorberlo los mexicanos en la cancha. Los de playera amarilla recuperaron entonces ese bonito futbol que los caracteriza y todo parecía indicar lo peor para los nuestros.

 

De repente, las luces del estadio comenzaron a apagarse. La mayor iluminación fue prácticamente del pebetero encendido y los aficionados comenzaron a invadir la cancha. La presión sobre el árbitro era tremenda y, en una polémica decisión, decidió dar por finalizado el partido y decretó a los dos equipos ganadores. Brasileños y mexicanos se miraron mutuamente. No lo podían creer, hasta que con diversas expresiones en los rostros terminaron por aceptar.

 

México y Brasil fueron campeones del torneo y todos los jugadores se llevaron una presea dorada, situación que no se ha vuelto a repetir en este tipo de eventos.

 

 

El artículo “¡¿Dos campeones?!” del autor Gerardo Díaz Flores se publicó íntegramente en Relatos e Historias en México número 101: http://relatosehistorias.mx/la-coleccion/santiago-vidaurri-entre-la-repu...