En la actualidad, se considera que un jugador ha tenido una excelente temporada si promedia .300 o más. Si queda por debajo de .250 es considerado mediocre y hasta inaceptable para un profesional. Las condiciones del siglo XXI, donde los lanzadores son prácticamente máquinas de ráfagas, hacen muy complicado que los bateadores venzan las estadísticas del siglo XX, por lo que simplemente estar sobre .300 (a secas) es sinónimo de ser un bateador altamente destacado.

En el argot deportivo existen palabras o frases pícaras que describen ciertos eventos que acontecen al competir. Unas son bastante descifrables y con un poco de observación se puede comprender su significado, como el triple play beisbolero, que consiste en ejecutar tres outs en la misma jugada, un movimiento de impecable ejecución defensiva y muy emocionante para el espectador.

Dentro del mismo deporte se encuentra otro dicho más complicado si no se es fanático: batear sobre 300. Para medir la eficacia de un bateador, independientemente de lograr una carrera o no, el inglés Henry Chadwick buscó promediar el éxito en una escala diferente. Por ello propuso, a mediados del siglo XIX, el porcentaje de bateo, que representa la cantidad de hits o imparables dividido entre sus turnos al bat. Se entiende como hit al golpe con el que el bateador coloca la pelota dentro del terreno de juego, permitiéndole alcanzar al menos una base sin que otro jugador sea eliminado. Es decir, batear para que él mismo y sus coequiperos (si los hay) avancen bases sin recibir out.

Como es prácticamente imposible la completa efectividad (se tendría que lograr un hit en cada uno de los turnos al bat de la carrera deportiva), se hizo costumbre referir la estadística por sus decimales. Por ejemplo, el mejor porcentaje de bateo de la Liga Mexicana de Beisbol lo tiene el estadounidense Alfred Pinkston, quien jugó dos años para los Diablos Rojos del México y cinco más para El Águila veracruzano, entre 1959 y 1965, para en 3,233 apariciones con el bat lograr 1,204 hits y un promedio de bateo de .372.

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