Hay juegos de futbol que no definen al ganador de una competencia y son recordados por generaciones. Ese fue el caso del llamado “partido del siglo” entre Italia y Alemania, en la semifinal del campeonato mundial de futbol de México 1970, disputada el 17 de junio en el Estadio Azteca de la Ciudad de México.
Alemania ganó su pase a esta instancia tras derrotar a Inglaterra por marcador de 3 a 2 en la ciudad de León (Guanajuato), en un partido que se alargó a tiempos extras. Italia, por su parte, se sobrepuso a la presión de enfrentar al anfitrión, al que doblegó con un contundente 4 a 1 en Toluca, la capital mexiquense.
El día de la cita, la cancha del Azteca era como un lienzo y la afición se hizo presente con más de cien mil espectadores. Eran muchos mexicanos dispuestos a apoyar a Alemania para “vengarse” de los italianos. Entonces el árbitro dio el silbatazo inicial. El portero italiano Enrico Albertosi contenía la esférica de los primeros ataques alemanes, en lo que se convertiría en un ejemplar partido del guardameta al que muchos consideraron el hombre del juego.
Por su parte, el cancerbero alemán Sepp Maier veía con frustración cómo apenas al minuto ocho su equipo ya se encontraba en desventaja. ¡Sucedía de todo! Los italianos defendían como fieras a su guardameta y los alemanes atacaban por todos lados con perfecto mando del mediocampista Franz Beckenbauer. Se combatía al borde del reglamento: el árbitro negaba penales y contenía las tarjetas de amonestación mientras el tiempo se agotaba.
Finalmente, los alemanes, cansados de fallar oportunidades, obtendrían un milagroso empate en el tiempo de compensación por medio del defensa Karl-Heinz Schnellinger, quien en una jugada desesperada se sumó al ataque. Y vaya cosas: esa fue su única anotación con la selección germana. ¡Algarabía en todo el estadio y tiempos extras!
La definición de los agregados fue espectacular: cinco goles en treinta minutos, cosa nunca antes vista en estas instancias. Parecía que Alemania se lo llevaba al anotar primero, pero el empeño y tenacidad italianas resurgieron para rescatar del infierno un marcador adverso y alzarse con un triunfo agónico de 4 a 3. Y al término del cotejo ante los azules, las palabras del técnico alemán Helmut Schön no negaron el fracaso: “Nosotros no anotamos otro gol”.
Al final, ninguna escuadra ganaría el trofeo de ese torneo, ya que Italia perdió la final ante Brasil. Pero los amantes del futbol recuerdan una y otra vez este espectáculo en tierras mexicanas.
El artículo "El partido del siglo. Italia-Alemania en el Mundial de México 1970" del autor Gerardo Díaz se publicó en la revista impresa de Relatos e Historias en México No. 100: http://relatosehistorias.mx/la-coleccion/100-cien-ediciones-contando-his...