El canto esperanzador de Johnny Cash

(Segunda parte)

Marco A. Villa

Política y música fueron para Cash un vínculo indisoluble, aunque desde sus primeros álbumes, al inmiscuirse y experimentar las temáticas de sus canciones, sus versos expresaban sus reflexiones en torno a los derechos humanos. Quizá la mayor polémica en torno a ello ocurrió en 1964, cuando publicó un desplegado en la revista Billboard acusando la censura de su álbum Bitter Tears, en el que defendía la causa de los indígenas de EUA.

 

Quizá nunca ser patriota estadounidense fue tan polisémico como a finales de la década de 1960, lo cual se expresaba con fuerza en la polémica sobre la Guerra de Vietnam, la lucha racial de la comunidad afroamericana, y la revolución sexual y cultural del movimiento hippie. En lo político, la campaña electoral de Richard Nixon en 1968 lo perfilaba como el futuro presidente. Para él estos temas, además de su estrategia para aprovechar “la mayoría silenciosa” en el sur del país que pedía una salida digna de Vietnam, eran la oportunidad para sumar adeptos. Para apuntalar tal percepción, la música de Johnny Cash, oriundo de esta región y que ya gozaba de gran fama, era una vía útil si es que aceptaba tocar en la Casa Blanca.

Sin embargo, la apuesta fue polémica desde que se formuló, pues para muchos de sus seguidores eran incompatibles porque Cash solía dar voz a causas sociales y confrontar al gobierno a través de sus composiciones, enmarcadas por el folk y el country que se desprendían de su guitarra. Incluso, luego de presentarse a tocar en las prisiones de Folsom (1968) y San Quintín (1969) a tocar en vivo, fue calificado de “rebelde”, cualidad que reforzó en su programa televisivo The Johnny Cash Show estrenado en 1969, en el que junto a invitados como Bob Dylan, Joni Mitchell, Mahalia Jackson, Louis Armstrong, Eric Clapton, Ray Charles o Steve Wonder, entre otros, siguió manifestando sus posturas.

Política y música fueron para Cash un vínculo indisoluble en esos años, aunque desde sus primeros álbumes, al inmiscuirse y experimentar las temáticas de suscanciones, sus versos expresaban sus reflexiones en torno a los derechos humanos. Quizá la mayor polémica en torno a ello ocurrió en 1964, cuando publicó un desplegado en la revista Billboard acusando la censura de su álbum Bitter Tears, en el que defendía la causa de los indígenas de EUA. Ahí incluyó la pieza The Ballad of Ira Hayes, un indio pime que fuera también uno de los combatientes que alzaron la bandera de las barras y las estrellas en la icónica fotografía tomada al término de la batalla de Iwo Jima, Japón de 1945.

En diciembre de 1969 Cash viajó a Saigón, Vietnam a tocar para las tropas de la base Long Binh, donde además él y su esposa June Carter pasaron algunas noches resguardados en una carpa desde donde podían advertir las bombas y otros sonidos de la guerra. Para los músicos fue un momento coyuntural no solo en sus vidas y arte, sino también en su compromiso social ante sus compatriotas. Cash siempre se había declarado un patriota dispuesto a contribuir para superar las desavenencias de su patria, así que después de esto comenzó a planear su presentación en la Casa Blanca, la cual ocurrió en 1970.

El mandatario le propuso, además, cantar un par de piezas clásicas del folk sureño, quizá para llamar la atención de esta región a la cual apostaba para respaldar su postura de continuar la guerra. Y aunque Cash declinó, sí presentó What´s is truth, canción con la que demostraba una vez más su gran capacidad para hacer que el público habitará sus canciones, al tiempo que condenaba la guerra. Sin embargo, ni la presentación ni la exitosa canción sirvieron para persuadir al presidente de reconsiderar su estrategia. De hecho, apenas unos días después anunció su expansión con la invasión a Camboya.

En los años siguientes Cash continuó su exitosa carrera, rasgueando en cientos de presentaciones su icónica guitarra Martin D-35 totalmente negra, misma que también afianzó el apelativo con el que se le conocería buena parte de su trayectoria: el Hombre de Negro. Y aunque “la magia estaba en su simplicidad” –como dijo Bruce Springsteen–, Cash se mantuvo fiel a sus principios y temas siempre polémicos al crear su música, hasta que falleció en 2003.

 

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