La fundación del pueblo de San Luis Potosí se oficializó en el acta del 3 de noviembre de 1592. Asentaba a los mineros con mayor comodidad y beneficiaba los minerales. Además, la riqueza obtenida del real de minas de Cerro de San Pedro fue comparada con las minas del Potosí en el Virreinato de Perú y de ahí el primer nombre: San Luis Minas del Potosí de la Nueva España.

La caída de Tenochtitlan no significó la rendición o el dominio sobre todo el territorio que hoy conocemos como México. Las alianzas elaboradas por los españoles entre los diversos pueblos sometidos por los mexicas llevaron a un cambio de liderazgos en esa zona de influencia. A la vez supieron que había un enorme territorio con asentamientos totalmente independientes del tlatoani Moctezuma y otros más que los mexicas nunca intentaron someter por la complejidad que representaba hacer una guerra contra poblaciones nómadas.

Eran conocidos y temidos los llamados chichimecas; o sea, aquellas tribus más allá del norte del valle de México. Lo que actualmente es Querétaro, Guanajuato, Zacatecas o San Luis Potosí. Los españoles iniciaron expediciones que amargamente les demostraron la imposibilidad de hacer la guerra en una corta campaña, pero donde también manifestaron su gran habilidad política para atraer a aquellos extraños.

“Dejé ordenado que en siete poblaciones que se van haciendo en Galicia […] se les diesen algunos indios amigos maíz y diez yuntas de bueyes y un español con sueldo de soldado para que les mostrase a cultivar y arar la tierra y fuesen cogiendo su fruto y aficionándose a la cultura y vida política”, instruía el virrey Álvaro Manrique de Zúñiga en 1590. Así las cosas. Si la estocada no convencía, la sutileza agrícola lo intentaría, en una etapa de más de medio siglo donde España construyó insaciablemente asentamientos con la idea de pacificar y de los que muy pocos cumplieron su cometido.

Para 1591 el virrey Luis de Velasco añadió una idea más de convencimiento al trasladar a familias tlaxcaltecas a esos puestos avanzados y mediar a través de ellos con los llamados indios guachiles, principales habitantes de esas tierras, de que la guerra era innecesaria.

Funcionó. Incluso ante la visión cristiana, Dios los compensó. En 1592 se descubrieron yacimientos de oro y plata, eligiendo el puesto de San Luis para el beneficio de esos minerales. La mano de obra serían los guachiles pacificados y los tlaxcaltecas expatriados.

La fundación del pueblo de San Luis Potosí se oficializó en el acta del 3 de noviembre de 1592. Asentaba a los mineros con mayor comodidad y beneficiaba los minerales. Además, la riqueza obtenida del real de minas de Cerro de San Pedro fue comparada con las minas del Potosí en el Virreinato de Perú y de ahí el primer nombre: San Luis Minas del Potosí de la Nueva España.

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