La esclava del virrey

América Malbrán Porto

El virrey Francisco Fernández de la Cueva era un descendiente de la más alta jerarquía española. Durante su gobierno patrocinó algunas remodelaciones al Palacio Virreinal y embelleció y mejoró partes de Ciudad de México con dinero de su propio bolsillo.

 

No sabemos nada de esta esclava: ni su edad, ni su nombre… salvo que pertenecía a la virreina, pues era su recamarera. Se la había obsequiado el marqués de Cadereyta, su padre. Tampoco sabemos si fue traída de la península ibérica o adquirida en la Nueva España; de hecho, los registros sobre esto permanecen ocultos.

¿Podría ser alguna de las tres esclavas negras que había registrado el virrey como criadas suyas y de su esposa en la Casa de Contratación de Sevilla, al partir como pasajeros a Indias? De ellas no tenemos más que sus nombres: doña Feliciana Sánchez, doña María de San Nicolás y doña Esperanza. Las demás sirvientas, doña Josefa Galindo y doña Melchora Fernández, que aparecen en dicho registro, solo tienen nombre y el apelativo “criada”, por lo que podemos suponer que eran blancas.

Sin duda se trataba de una esclava en la mejor posición social: al tener el puesto de recamarera de la virreina debió estar bien arreglada y vestida, pues era la que se encargaba de los asuntos personales de esta. Pero… ¿cuál era su situación real? ¿Cuál su relación con el duque de Albuquerque? ¿Y su relación con la virreina? ¿Era esta su confidente? Podemos leer entre líneas que la relación con el virrey era intensa (¿tal vez amor?) como para solicitar que todos los nobles de la capital del virreinato acudieran al funeral. ¡Tal era su dolor!

 

Si desea leer el artículo completo, adquiera nuestra edición #147 impresa o digital:

Impuestos. Versión impresa.

Impuestos. Versión digital.

 

Recomendaciones del editor:

El lujoso funeral que sorprendió a la aristocracia de la Nueva España

Entre la pasión y el “qué dirán”

 

Title Printed: 

La esclava del virrey