Todo gobierno autoritario busca subvencionar a la prensa servil y sumisa que se dedica a alabarlo, a la vez que ataca y espanta a quienes osan criticarlo.
Daniel Cabrera (1858-1914), usando el seudónimo de Fígaro, retrata esa situación al dibujar a Porfirio Díaz como un tirano oriental (con una curiosa media luna musulmana) que espanta a los mosquitos de la prensa crítica con un abanico de la prensa subvencionada.
Cabrera fue uno de los caricaturistas más perseguidos durante el porfirismo. Estuvo más de una docena de veces en la cárcel por sus trabajos periodísticos y caricaturas, en los que criticaba a un gobierno que sólo quería aplausos. Fue fundador de El Hijo del Ahuizote y participó en El Colmillo Público y El Ahuizote Jacobino, además de ilustrar diversos libros.
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Agustín Sánchez González. Historiador especializado en caricatura mexicana e investigador en el INBAL. Ha publicado una treintena de libros; entre ellos, Los humoristas gráficos y el exilio en México (2017) y Crímenes y horrores en el México del siglo XIX (2017). En 2019 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Cultural René Avilés Fabila.
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