Durante la Segunda Guerra Mundial, se enrolaron casi quince mil mexicanos en el ejército estadounidense, aparte del Escuadrón Aéreo 201. Los pilotos realizaron vuelos de entrenamiento en campos de EUA en la mejor aeronave de combate del momento: el P-47 Thunderbolt.

Por su experiencia en el norte de África, el coronel Antonio Cárdenas Rodríguez fue designado comandante de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana (FAEM), que contaba con trescientos militares; y el capitán Radamés Gaxiola, comandante de los 38 pilotos de combate. En marzo de 1945 se incorporaron a la 5ª Fuerza Aérea de EUA en el Pacífico Sur (formada por los escuadrones 69, 310, 311 y el 201 mexicano); en una de las alas de sus P-47 portaban la insignia de la FAEM, y en la aleta trasera los colores nacionales. Su participación en la guerra terminó con la rendición de Japón el 15 de agosto de ese mismo año.

La efectividad del Escuadrón 201 superó ampliamente a la de las otras unidades norteamericanas: participaron en 887 operaciones de combate y sumaron 2,557 horas de vuelo, en las que murieron cinco pilotos en misiones aéreas. El comandante de las Fuerzas Aéreas Aliadas, general Henry H. Arnold, afirmó: “Los pilotos de la FAEM emplearon sus ametralladoras, sus bombas de fragmentación y de fuego contra las columnas enemigas de soldados en marcha, contra la artillería, tanques y camiones, y debemos reconocerles el mérito de haber puesto completamente fuera de combate a unos treinta mil japoneses”.

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