¿Cuál es la diferencia entre corsarios y piratas?

Gerardo Díaz Flores

 

Se suelen utilizar los términos pirata y corsario como sinónimos. Su objetivo, al final del día, podía ser semejante: la obtención de un botín; sin embargo, la diferencia radica en que los primeros eran considerados simples ladrones sin ética ni control de nadie. Los segundos eran marinos, en su mayoría respetables en su oficio, que contaban con el permiso de un gobierno, la patente de corso, para saquear naves mercantes enemigas. Con ello, podrían utilizar la fuerza más enconada, pero seguían un protocolo basado en el sentido del honor durante la rendición del enemigo.

 

De esta manera, las diferentes monarquías contaban con la posibilidad de tener una armada en tiempos de guerra, con la que se podían obtener beneficios económicos en una buena aventura. Los porcentajes de ganancia habitualmente se dividían entre el dueño o inversores de las naves, el gobierno y la tripulación, en orden jerárquico. Por ello, en Inglaterra personajes como John Hawkins, Francis Drake y Thomas Cavendish fueron respetados y admirados, pues realizaban un trabajo legal para la monarquía e inversionistas de una empresa para la que, si algo salía mal, habría consecuencias legales.

 

Tras la firma del Tratado de París el 30 de marzo de 1856, que puso fin a la Guerra de Crimea, se declaró que debía parar la práctica de incautar los bienes o mercancías enemigas presentes en buques de naciones neutrales, así como respetar los bienes de países declarados neutros que pudieran encontrarse en barcos enemigos. De igual modo, estableció la desaparición de las patentes de corso y, por lo tanto, de los legendarios corsarios.

 

 

El artículo "Corsarios en el Mar del Sur" del autor Gerardo Díaz Flores se publicó en Relatos e Historias en México número 118Cómprala aquí