Juan Nepomuceno Cumplido era gobernador de Jalisco al momento de promulgar la primera Constitución de ese estado en 1824. 

Filósofo, canónico, jurisprudente, político, republicano... por mencionar algunos de los atributos de este notable jalisciense nacido el 16 de octubre de 1793 en la todavía Nueva España. Una mente brillante que antes de cumplir treinta años ya ostentaba los grados de licenciado y doctor, además de la aprobación como miembro del cuerpo de abogados de Guadalajara. Pero, sobre todo, es destacable que fue un hombre que supo adaptarse a los cambios políticos e ideológicos efectuados en el México emancipado.

Ante la consumación de la independencia e influido por su pertenencia a la logia yorkina, fue uno de los personajes que abogaron por una federación desde la ecuanimidad de las palabras y no de los hechos violentos. Esto lo llevó a tener voz en el Congreso que promulgaría la carta magna de 1824 y también a influir decididamente en la creación de la propia Constitución de Jalisco. Fue ahí, y no tanto en la política nacional, donde Cumplido se hizo notar.

En 1824 ya era vicegobernador de dicho estado, en 1827 alcanzó el cargo de gobernador interino y en 1830 finalmente el de gobernador constitucional. Respetuoso de las leyes, desde su cargo respaldó toda medida antiesclavista y posturas anticlericales. En su administración también se restauró el Hospital de San Miguel y se inauguró el Instituto del Estado. Aunque tal vez su lado más oscuro fue simpatizar con la radical hispanofobia que tras la independencia se acrecentó en muchos sectores de México, postulando que los peninsulares solamente pensaban en la reconquista y eran traidores en potencia. Con ello en mente, durante su gubernatura se propuso una ley general de expulsión de españoles que, si bien fue aprobada, nunca pudo llevarse a cabo con éxito.

No todas las medidas de Cumplido fueron bien recibidas o aplicadas, lo que lo llevó a tener roces frecuentes con los sectores más conservadores de Jalisco, lo que lo hizo entrar y salir de la gubernatura hasta en seis ocasiones. Al mismo tiempo, se ganó enemistades con el gobierno central, pues durante su mandato el estado que encabezaba lideró una coalición contra Antonio López de Santa Anna, la cual fracasó contundentemente y el famoso general llegó a la presidencia en 1833. Esto contribuyó a que Cumplido perdiera todo protagonismo político, y así continuó hasta el momento de su muerte, ocurrida en 1851.

La nota breve titulada "Juan N. Cumplido" del autor Gerardo Díaz se publicó íntregamente en Relatos e Historias en México, número 107.