Desde el periodo virreinal, la patria había adquirido un sentido predominantemente femenino: la madre patria, solían decir los españoles peninsulares para referirse a España… En el siglo XIX, la patria también se convirtió en hija cuando le asignaron como padres a quienes encabezaron las gestas que llevaron a la independencia, es decir, a unos cuantos. Los demás mexicanos eran hijos de la patria... De esta manera, el amor a la patria se homologó al amor a la madre, uno de los sentimientos primitivos más fuertes en el ser humano y del cual se esperan las acciones más radicales, incluido el martirio.