automóviles

  • Ayrton Senna y la infernal pista mexicana

    Ayrton Senna y la infernal pista mexicana

    Gerardo Díaz

    Pese a su victoria en el Autódromo Hermanos Rodríguez en 1989, el extraordinario piloto brasileño de Fórmula 1 Ayrton Senna (1960-1994) detestaba francamente el circuito mexicano. El 3 de abril de 1992 declaró tras un despiste que “correr en México es verdaderamente peligroso. ¡Esta pista es un infierno! No es normal volver a esta pista año tras año sin realizar un mínimo de trabajo”. Y es que la relación de Senna con el asfalto mexicano fue caótica.

  • Cuando México conoció el Vocho

    Cuando México conoció el Vocho

    Un “idilio” que nació en 1954

    Marco A. Villa

    En la explanada frente a la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria era exhibido por primera vez el carro que al pasar el tiempo se convertiría quizá en el más querido de México: el Volkswagen sedán.

  • La llegada del automóvil a principios del siglo XX

    La llegada del automóvil a principios del siglo XX

    Miguel Ángel Vásquez Meléndez

    Varios automóviles circularon a velocidad moderada durante un desfile incluido en el programa de los festejos conmemorativos de la batalla del 5 de Mayo. Las modernas máquinas transitaron entre flores, confeti y serpentinas desde el bosque de Chapultepec hasta la calle de Madero, e iluminaron con sus faros las calles de la romería.

  • El invento de la acera

    El invento de la acera

    Arnaud Exbalin

    La creación de aceras respondió a la necesidad de aislar al peatón del tránsito vehicular con la intención de protegerlo de algún accidente. Sin embargo, con estas también se imponía la preferencia del transporte sobre los caminantes en la ocupación del espacio público.

  • Erradicar el uso del coche

    Erradicar el uso del coche

    Arnaud Exbalin

    De carga, personal, de alquiler, propio, de dos o cuatro caballos, los coches cambiaron el paisaje y la vida cotidiana en las ciudades desde su aparición.

  • Un panfleto contra los coches

    Un panfleto contra los coches

    Arnaud Exbalin

    ¿Será que hubieron más accidentes al final del siglo que al principio, o más bien que, con la generalización del acceso a la ciudadanía, ahora cada quien se sentía libre de sentarse a redactar denuncias de los excesos de los transportes a caballo? Lo cierto es que, a lo largo del siglo XVIII, la velocidad de los vehículos fue aumentando de manera significativa.

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