¿Conocen el Museo de la Revolución en la Frontera Norte de México?

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Gerardo Díaz

 

Uno de los tantos edificios construidos bajo la sombra de la modernidad porfiriana fue la Aduana de Ciudad Juárez. Planificada como uno de los vínculos más importantes con Estados Unidos, el presidente Porfirio Díaz procuró que estuviera a la altura de edificaciones como las aduanas de Veracruz o Tampico.

Se inauguró el 10 de septiembre de 1889 y uno de los mayores éxitos políticos que observó este gigante fue la entrevista entre los presidentes de México y Estados Unidos, Porfirio Díaz y William H. Taft, en 1909. También atestiguó la mayor derrota política de Díaz con la firma de los llamados Tratados de Ciudad Juárez en 1911, que marcarían su renuncia al poder y el triunfo de la revolución maderista.

Esta construcción terminaría convirtiéndose en 1990 en un museo que a lo largo de su historia se ha reacondicionado para mostrar diferentes eventos históricos regionales. Asimismo, este inmueble porfiriano resguarda parte de la memoria colectiva norteña sobre la Revolución mexicana y los principales personajes que colaboraron en la creación y consolidación del México moderno.

La museografía está basada en nueve ejes temáticos: el nacionalismo mexicano en la frontera, la junta organizadora del Partido Liberal Mexicano y la transición al anarquismo, el triunfo del maderismo en Ciudad Juárez, la radicalización de la lucha, Pancho Villa, la revolución de la mirada, la frontera como escenario, imaginarios y la aduana fronteriza.