¡Vamos al cine! Les recomendamos “El rey”

(David Michôd, 2019)

La Redacción

La batalla de Agincourt entre Inglaterra y Francia tuvo una joven mente maestra: el rey Enrique V.

 

Era el otoño de 1415 cuando las fuerzas de ambos reinos se batieron cuerpo a cuerpo en este poblado ubicado al norte del territorio galo, donde el joven monarca, que había heredado el trono anglosajón luego de que su hermano menor Thomas muriera en combate a manos posiblemente de los rebeldes de Gales, no rehuyó la responsabilidad y encabezó a los suyos en las sangrientas hostilidades. Todos a pie, saltando entre los caídos, atacando y protegiéndose a la vez, soportando los empellones de espadachines y lanceros enemigos montados sobre briosos caballos, los de la isla lograrían imponerse.

Para el joven príncipe Hal –o Enrique de Monmouth de acuerdo con su lugar de origen–, el descrédito y la falta de confianza que su padre Enrique V le tenía no incidían en su sentido del deber, aunque para decidirse a cruzar el estrecho de Gibraltar y hacer la guerra, resistió a las provocaciones de su homólogo Luis de Guyena, delfín de Francia, hijo de Carlos IV, el Bienamado. Para Hal, el honor de su reino merecía todo su empeño y se preparó a consciencia para defenderlo, así que después de su coronación, acabó de súbito con sus días de juerga: mujeres, consumo de alcohol y en general una vida de excesos al lado de su amigo John Falstaff –después su capitán– mientras residía en el populoso poblado Eastcheap quedarían borrados.

Además, las destrezas para la guerra no le eran ajenas. Hacía ya tiempo, desde su adolescencia, que el joven se había visto involucrado en sangrientos episodios bélicos donde se había mostrado temerario y resultado victorioso. Quizá la más relevante de todas fue cuando, enterrándole una daga en el cuello luego de luchar cuerpo a cuerpo, terminó con la vida del prestigioso Hotspur Percy, declarado “el nuevo traidor” del reino inglés por Enrique V tras haberse inconformado por polémicas decisiones del monarca. Siempre leal, la familia Percy había servido al rey en los campos de batalla y en algunos asuntos políticos y administrativos de gran relevancia, pero la postura del Enrique V diluyó la relación.

Era la Guerra de los Cien Años y los hechos de Agincourt, desde la travesía de las tropas inglesas a la zona de combate, hasta las horas funestas, son recreadas en el drama histórico El rey, filme dirigido por el australiano David Michôd, estrenado en septiembre 2019 en el Festival de Venecia y basado en varias obras de William Shakespeare que versan sobre la vida de Enrique V, escritas aparentemente hacia el final del siglo XV. De acuerdo con la historia, Azincourt (con z para los franceses) fue también el tercer episodio campal que enfrentaba a los mismos ejércitos, todos con resultados desastrosos para los vecinos del Mediterráneo, a pesar de que sumaban más y mejores hombres.

La belleza de los parajes naturales de Inglaterra y Hungría, la ostentosa escenografía y vestuarios de época, entre otros aspectos, hacen de este largometraje una interesante épica cinematográfica. Por ello, se la recomendamos aquí.

 

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El rey