¡Vamos al cine! Les recomendamos “The Crown”

(Peter Morgan, 2016-2020)

Marco Villa

“Ruego a Dios que me ayude a afrontar meritoriamente esta pesada tarea que ha recaído sobre mis hombros en una etapa tan temprana de mi vida”, dijo Elizabeth aquel 8 de febrero de 1952 frente a los consejeros privados reunidos en el Salón del Trono del Palacio de St. James. Concluía así el discurso de su entronización y se convertía, a sus veinticinco años, en Isabel II, monarca de Reino Unido y de la hoy llamada Mancomunidad de Naciones.

 

La casa real británica quedaba en sus manos y la serie La Corona lo relata con espectacularidad, entre ambientes, vestuarios y evocaciones de todas las décadas en las que ha reinado.

Para Isabel II, una ajetreada vida pública y política nacía entonces. Acogida con escepticismo por el primer ministro Winston Churchill y otros políticos, la joven se enfrentó muy pronto a una demandada transición social, económica y política dentro de su reino, así como al reto de llevar a su Estado a un lugar hegemónico en el nuevo orden del mundo. Pero más emotivos que estos hechos son quizá los secretos de familia revelados –con algunas licencias creativas– en la aclamada serie, así como algunos de los acontecimientos políticos más significativos vividos por la reina.

Dignas de las primeras planas de la llamada prensa rosa fueron también las aventuras amorosas de su esposo Felipe II (fallecido en abril pasado), su hermana menor Margarita y su hijo mayor, el príncipe Carlos, varias de ellas plasmadas sobre todo en las primeras tres temporadas de la serie. Fue hasta la cuarta cuando dos emblemáticas mujeres aparecieron: la primera ministra Margaret Thatcher, que ejerciera su cargo entre 1979 y 1990, y Lady Di, convertida en princesa después de casarse con Carlos.

En el caso de la Dama de Hierro, la serie trae a la memoria la compleja relación que tuvo con Isabel II desde el primer día –a pesar de su reverencia y apoyo a algunos de los valores que la monarca representaba–, así como con su gabinete; una relación tensa al inicio por el choque ideológico ante el que tuvo que imponerse, pues Tatcher defendía su postura liberal frente al conservadurismo británico. Además, ser la primera mujer en tal cargo en la historia de Reino Unido provocó resquemor a más de uno.

Otros hechos referidos en la trama son algunas polémicas acciones del thatcherismo, como su impulso a la compra de viviendas por parte de sus arrendatarios, el haber enfrentado multitudinarias protestas por problemas como el creciente desempleo o graves conflictos con sectores como el de los sindicatos o los mineros.

En el plano internacional, son recordadas las acciones bélicas de 1982 emprendidas por su gobierno contra Argentina por el control de las Islas Malvinas, su papel en el fin de la Guerra Fría, su polémico apoyo al dictador chileno Augusto Pinochet cuando este se encontraba en Londres, las disputas con la Comisión Europea, su relación con el gobierno estadounidense de Ronald Reagan, entre otros aspectos que la convirtieron en un hito para Europa y el mundo.

Con cuarenta episodios hasta hoy disponibles, la serie es una ventana por la cual mirar al interior de la casa reinante encabezada por Isabel II, así como su relación con el acontecer británico y del mundo por más de medio siglo.

 

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The Crown