El 31 de diciembre de 1873 nació en la ciudad de Chihuahua Silvestre Terrazas y Enríquez, pariente del general Luis Terrazas, quien por ese tiempo se convertía en el jefe del clan político y económico más poderoso del norte del país.
Luego de cursar estudios de contabilidad y administración en la ciudad de México, en 1894 Silvestre Terrazas fue nombrado secretario particular de José de Jesús Ortiz, primer obispo de Chihuahua, con lo que empezaba una carrera política y periodística cuyos primeros resultados fueron los textos en los que criticaba al liberalismo por la “degeneración moral” que traía consigo, así como el abandono de los “valores cristianos”, la exigencia de una educación moral católica y la defensa de los intereses de la Iglesia.
Exponía esos principios en El Correo de Chihuahua, diario que fundó y dirigió desde 1899. Sin abandonar su militancia católica y su cercanía con la jerarquía clerical, empezó a adoptar las ideas expuestas por el papa León XIII en la encíclica Rerum Novarum (1891), con las que buscaba una solución a la miseria de amplias capas de la población, así como a las injusticias que se habían derivado del crecimiento del capitalismo en el país.
Hacia 1906, El Correo de Chihuahua era uno de los periódicos de mayor circulación de la entidad y llegaba a sus más remotas poblaciones. Su director se había convertido en vocero y defensor de un pujante movimiento obrero que transitaba del mutualismo paternalista al sindicalismo militante y la oposición política. Al mismo tiempo, la publicación empezaba a convertirse en la caja de resonancia de los problemas sociales y politicos chihuahuenses.
En 1909 Silvestre fue el vocero del antirreeleccionismo en la entidad y, como otras veces, fue perseguido y encarcelado por el gobierno. Participó en la rebelión maderista y en 1913 se unió a las fuerzas de Francisco Villa, quien lo designó secretario general del gobierno de Chihuahua. Con ese cargo, fue uno de los principales consejeros del Centauro. Contribuyó a la administración de los territorios ocupados por el ejército villista, sobre todo en lo conducente al mantenimiento del aparato productivo y la administración de los enormes latifundios expropiados a la oligarquía regional.
Cuando la División del Norte fue derrotada en 1915, Terrazas tuvo que exiliarse, aunque a la caída de Venustiano Carranza en 1920 pudo volver, para dedicarse al periodismo crítico e independiente hasta su muerte, acaecida en 1944.
El artículo " Silvestre Terrazas" del autor Luis Arturo Salmerón se publicó en la revista impresa de Relatos e Historias en México No. 100: http://relatosehistorias.mx/la-coleccion/100-cien-ediciones-contando-his...