“Si hubiera hecho publicar su carta, no hubiera usted llegado a la Presidencia”, espetó Bazaine a Díaz veinte años después de la invasión francesa, en la que ambos generales se habían enfrentado. Al parecer, la rivalidad persistía y aún había cosas que aclarar…
Tras dos décadas de distancia, todo parecía indicar que la aventura del imperio francés en México (1862-1867), que fue determinante para restablecer una monarquía con Maximiliano de Habsburgo al frente, pertenecía ya a una etapa superada de la historia nacional. Sin embargo, el general que encabezó la última etapa de aquella intervención, el mariscal Aquiles Bazaine, removió de pronto viejas rencillas y desató la polémica cuando soltó un golpe epistolar que parecía certero, o al menos esa era la intención, al escribirle al ya presidente Porfirio Díaz: “Si hubiera yo hecho publicar su carta […] que está en mi poder, no hubiera usted llegado a la Presidencia”.
Era diciembre de 1886 cuando Bazaine atizó el fuego en una discusión con Díaz que fue subiendo de tono con acusaciones de resentimientos y deslealtades, producto de las decisiones que cada uno tomó en aquella difícil guerra de invasión. Díaz emprendía el segundo mandato como presidente de México, después de haber sido gobernador de Oaxaca, su estado natal. Bazaine, por su parte, se encontraba exiliado en España, donde se refugió porque sus enemigos lo acusaban de haber sido uno de los responsables de la derrota francesa contra Prusia en 1870, cuando era la última esperanza de su nación con cerca de 180 000 hombres bajo su mando y, sin embargo, prefirió el repliegue. Por ello, un tribunal militar lo sentenció a degradación y a pena de muerte, pero logró huir y, desde la capital española, fechó su correspondencia al presidente mexicano.
La controversia
Todo parece indicar que el punto de partida de la controversia ocurrió el 3 de mayo de 1867, durante el retiro de los franceses de México, con una carta que Díaz escribió a Matías Romero –su amigo oaxaqueño que desde 1863 representaba a la nación ante Estados Unidos–, quien posteriormente publicaría en la prensa del país vecino del norte:
“El mariscal Bazaine, por medio de una tercera persona, ofreció entregarme las ciudades que poseía, así como también a Maximiliano, [Leonardo] Márquez, [Miguel] Miramón, etc., con tal de que yo accediera a una propuesta que me hizo y la cual deseché por no parecerme honrosa. También se me hizo otra proposición, con autoridad de Bazaine, para la compra de seis mil fusiles y cuatro millones de cápsulas y, si yo lo deseaba también me vendería cañones y pólvora; mas me negué a aceptarla.”
La publicación no generó mayores reacciones, pero en 1886, cuando el documento se publicó en la prensa francesa, a Bazaine, en su condición de exiliado y teniendo como enemigos a los miembros del nuevo régimen republicano francés que había reemplazado al emperador Napoleón III, le generó reacciones adversas y se vio obligado a contestar:
“El resentimiento […] proviene del Sr. Gral. Porfirio Díaz, es a él a quien escribo y no al Jefe del Estado mexicano […]. No debía usted haber olvidado que la víspera de la rendición de Oaxaca, vino usted a pasar parte de la noche en mi Cuartel General, contrario a todas las leyes militares, y que hubiera estado en mi derecho el tratarlo como insurrecto, en lugar de hacerlo como prisionero de guerra.”
En una extensa carta escrita el 11 de enero de 1887, Díaz replicó:
“La personalidad de usted valía entonces mucho más que ahora […] no creo que haya olvidado usted a Mr. Carlos Thiele […] esa es la persona que mandé […] para ajustar el canje de los prisioneros mexicanos que tenía usted en su poder, por los que yo tomé en las acciones de Nochistlán, Miahuatlán, Carbonera, Tehuantepec y Oaxaca, canje que realizamos con gran ventaja para el ejército francés, porque le envié como gracia todos los jefes, oficiales y soldados que me sobraron, cuando a usted no le quedaba personal equivalente para canjeármelos […]. En cuanto a mi repetida carta de febrero de 65, con cuya publicación cree usted que me habría hecho y aún me podría hacer mal ahora […] puedo asegurar que no me deshonran, sencillamente porque tanto en mi conciencia de hombre como de militar, no recuerdo ningún hecho que pudiera avergonzarme […] y las circunstancias y episodios que rodearon esa campaña y tuvieron lugar en ella, solo son conocidos hasta la fecha por los que como usted y yo fuimos actores, lo mismo que por nuestros subordinados respectivos y por los pueblos del heroico estado de Oaxaca.”
Díaz reconocería en sus memorias que acudió personalmente al cuartel de Bazaine para entregar la plaza y se hizo capturar por una patrulla imperialista. Sin embargo, no se conocería nada más al respecto, por lo que se hace necesario seguir indagando sobre las circunstancias de aquella rendición, la fuga de Díaz de la prisión de Puebla y la derrota definitiva de la ocupación, así como otros aspectos que podrían haber alimentado aquella rivalidad entre ambos generales que pasaron a la historia de modos tan contrapuestos.
Esta publicación sólo es un extracto del artículo "Porfirio Díaz contra Aquiles Bazaine" del autor Javier Bautista Espinosa que se publicó en Relatos e Historias en México número 125. Cómprala aquí.