Otis Redding

El corazón del soul
Ismael Villafranco

 

En vísperas de recibir 1968 con la publicación de su siguiente álbum, el más significativo de toda su carrera, Otis Redding entró al estudio para crear una de las canciones más hermosas de la historia de la música grabada.

 

Meses antes había consagrado su trayectoria como cantante de rhythm and blues en el Monterey Pop Festival celebrado en junio de 1967 en California (EUA), con lo cual llegaría a conquistar a todo tipo de público y ya no únicamente al afroamericano, que lo consideraba el Rey del Soul. Además, lo que distinguía al nacido en Dawson, Georgia, del resto de sus colegas era que escribía sus propias canciones, algo poco común en esa época y lo que lo llevó a un trono que nadie pudo reclamar.

 

Así llega noviembre de 1967, cuando Otis, de veintiséis años, entra al estudio para grabar una canción que se distinguiría del resto de las que integrarían el álbum que preparaba y de cualquier otra producción hecha en toda su carrera: (Sittin On) The Dock of the Bay. Como comentó a su esposa, él quería ser “un poquito diferente” con esta obra que comenzó a ver la luz unas semanas antes, mientras pasaba el tiempo en una casa flotante con sus amigos, entre ellos Steve Cropper, con quien compartiría la autoría y que además produciría dicho álbum.

 

Cropper afirmaría que la canción era claramente una creación que hablaba de la vida de Otis, algo sumamente personal, lo que abonaría para elevar a (Sittin On) The Dock of the Bay a una auténtica obra de arte. Además, la pieza nunca fue terminada, lo que aumentó su misticismo. Y es que al terminar la segunda sesión de grabación, el 7 dediciembre de 1967, Redding indicó que grabó una versión que no era definitiva, pues al final de la canción olvidó la letra y comenzó a improvisar con un silbido.

 

Aquel era un silbido natural, vacío de preocupaciones, en una melodía que invita a relajarse y poner atención a toda la experiencia. Tal era la canción cumbre de un álbum que obliga a tomarse el tiempo para solo escucharlo; sentarse en el puerto, en el monte o en la huerta, en la azotea... no importa el lugar, sino el momento para permitirse estar con esa música.

 

En la mañana del 9 de noviembre de 1967, Redding se presentó con su banda en el programa de televisión Upbeat, en Ohio, donde anunció una presentación esa misma noche en un club nocturno en Wisconsin. Pero este evento nunca sucedió debido a que el avión en el que viajaba él con casi toda la banda cayó en el lago Monona, poco antes de llegar a su destino final. El compositor había comprado la aeronave Beechcraft H18 a su amigo James Brown unos meses antes; éste, años después, escribió en su autobiografía que le había advertido a Otis de no volar en ella.

 

El sencillo (Sittin On) The Dock of the Bay fue lanzado el 8 de enero de 1968, con lo que Redding se convirtió en el primer artista, en la historia de la música grabada, que de manera póstuma lograba estar en el número uno de las listas. El álbum fue publicado el 23 de febrero siguiente, en un año difícil a nivel mundial que apenas comenzaba.

 

 

El artículo "Otis Redding" del autor Ismael Villafranco se publicó íntegramente en Relatos e Historias en México, número 121. Cómprala aquí