“México no lastimará la soberanía de otros países”

Natalicio de Genaro Estrada

Gerardo Díaz

Además de la Doctrina Estrada, también es nombrado en su honor el Archivo Histórico Genaro Estrada, acervo documental de carácter histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

 

No existe en ningún país una postura unánime respecto al trato con otras naciones. Dependiendo su posición geográfica, economía, sistema de gobierno, etcétera. México tuvo que madurar como nación independiente y sortear arbitrariedades como guerras y pérdida de territorio, para desarrollar una postura al respecto. Así la política exterior de Juárez, Díaz, Madero e incluso Huerta argumentó, como lo más favorable, el derecho de autodeterminación para hacernos respetar como territorio y establecer lazos de amistad con otros.

Los gobiernos emanados de la Revolución continuaron con esta idea, solventando al mismo tiempo la intrusión de países como Estados Unidos que no querían ver mermados sus intereses económicos. Al final se conservó la independencia política y se instauró un nuevo régimen. Pero una cosa es defender el patrio suelo y otra muy diferente el reaccionar en el exterior. Tras los golpes militares de Bolivia, Perú y Argentina en 1930, América Latina representó un problema de juicio. ¿Aceptar o negar los nuevos regímenes? Fue entonces cuando el secretario de Relaciones Exteriores, Genaro Estrada, dio una serie de instrucciones a los embajadores y cónsules que hasta la fecha son argumento de nuestra política exterior.

“México no se pronuncia en el sentido de otorgar reconocimientos, porque considera que esta es una práctica denigrante que, sobre herir la soberanía de otras naciones, coloca a estas en el caso de que sus asuntos interiores puedan ser calificados en cualquier sentido, por otros gobiernos, quienes de hecho asumen una actitud de crítica al decidir, favorable o desfavorablemente, sobre la capacidad legal de regímenes extranjeros”. Así, basados en la experiencia de ser acosados y mutilados como país por otras potencias, Estrada niega cualquier participación mexicana que interfiera con el desarrollo de un país soberano para decidir su futuro, ya sea por las armas, elecciones u otro medio.

La Doctrina Estrada continúa siendo fuente de acaloradas discusiones. Lo cierto es que fue integrada en el artículo 89, fracción X, de nuestra Constitución, que cita entre las obligaciones del Ejecutivo el conducir la política internacional de acuerdo con “la autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de las controversias, la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales, la igualdad jurídica de los Estados, la cooperación internacional para el desarrollo, y la lucha por la paz y la seguridad internacionales”.

 

Si desea leer el artículo completo, adquiera nuestra edición #164 impresa o digital:

“Plata y opio”. Versión impresa.

“Plata y opio”. Versión digital.

 

Recomendaciones del editor:

Si desea saber más sobre historias de la vida cotidiana en México. Dé clic en nuestra sección “Vida Cotidiana”.

 

Title Printed: 

Nace Genaro Estrada