Martin Luther King y la Ley de Derechos Civiles

Martin Luther King sostenía que la integración racial era posible si contaban con el respaldo de los blancos.

 

En los convulsos años sesenta fue asesinado el presidente John F. Kennedy (noviembre de 1963), con quien el movimiento afroestadounidense por los derechos contaba para su apoyo en el Congreso. Martin Luther King sostenía que la integración racial era posible si contaban con el respaldo de los blancos y, así, con la fuerza de su lucha y la actitud del presidente sustituto Lyndon B. Johnson –un texano que no se había distinguido por sus simpatías con el movimiento– fue posible un acuerdo para que el Congreso aprobara la Ley de Derechos Civiles en 1964, a cien años de la Guerra Civil, y que prohibía la discriminación hacia los negros en ámbitos como el laboral. De igual forma, permitía al Departamento de Justicia investigar los crímenes de odio.

La lucha de Luther King contra la violencia lo llevó a oponerse a la Guerra de Vietnam, por lo que fue acreditado con el Premio Nobel de la Paz en 1964. Pero el racismo es una hierba mala que no se arranca fácilmente y el gran líder de los derechos civiles fue asesinado el 4 de abril de 1968 en Memphis, Tennessee. La suya es una lucha que continúa y que en nuestros días se ha internacionalizado tras la emergencia del Black Lives Matter este año.

 

Si desea leer el artículo completo, adquiera nuestra edición #143 impresa o digital:

Mezcal. Versión impresa.

Mezcal. Versión digital.

 

Recomendaciones del editor:

La lucha contra el racismo

Marcha sobre Washington por el trabajo y la libertad

 

Title Printed: 

La lucha contra el racismo