El retiro del Gran Premio de Fórmula 1 del Autódromo Hermanos Rodríguez en 1970 significó para nuestro país una ausencia de diez años de eventos automovilísticos de alto nivel.

En añoranza del deporte motor, en el vecino país del norte se realizó una revolución dentro de la United States Automobile Club (USAC), hasta ese momento la rectora de las principales competencias en monoplazas de Estados Unidos.

Esto llevó a la creación en 1979 de un nuevo campeonato de alta velocidad con aspiraciones a ser una marca internacional: la Championship Auto Racing Teams (CART). Se negociaron derechos televisivos, llegaron nuevos constructores e inversores, y se programó un inicio en todo lo alto en las pistas más emblemáticas de la región, como la famosa Indianápolis.

Al año siguiente la meta fue aún más ambiciosa y para expandir este negocio se seleccionó a México para recibir la carrera número once de las doce que conformaron la temporada. Una fecha excelente y definitoria en términos de campeonato. Así, el 26 de octubre de 1980 el Autódromo Hermanos Rodríguez albergó el rugir de los motores de los llamados “Championship Cars”, vehículos que recordaban a la Fórmula 1 en muchos aspectos.

La cereza en el pastel fue que la CART, de carácter regional y en condiciones nada extravagantes como la Fórmula 1, llegó a contar con excelentes patrocinadores e incluso equipos mexicanos. Pilotos como Juan Carlos Bolaños, Michel Jourdain o Josele Garza participaron en la mayor parte de las fechas y la comunidad mexicana acudía a apoyarlos en las diferentes sedes.

Lamentablemente la carrera en México no fue la mejor para nuestros compatriotas, quienes tuvieron que abandonarla. En cambio, Rick Mears dio una cátedra de manejo al terminar primero en el podio. Al final, los fans del automovilismo pudieron observar al campeón de aquella temporada, Johnny Rutherford, y otros nombres que con el paso de los años se ganarían el corazón de todo conocedor de las carreras de autos, como Mario Andretti.

Esta competencia volvió realidad uno de sus objetivos y tuvo fechas en diferentes países del orbe, como Escocia, Dinamarca, Japón, Colombia y Uruguay. Destacados pilotos mexicanos como Adrián Fernández o Mario Domínguez incursionaron con mucha valía en ella y nuestro país continuó albergando varias de estas sensacionales fiestas de la velocidad.

Su desaparición en 2007 entristeció a nuestro autódromo por varios años, hasta que en 2015 se recuperó la Fórmula 1. El asfalto siempre añora la goma.

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