Fernando de Magallanes

Gerardo Díaz

 

A pesar de su muerte, la meta de Fernando de Magallanes fue cumplida por el resto de la tripulación, que al tiempo encontró el paso a través de América hacia el océano Pacífico, el cual es conocido hoy como estrecho de Magallanes.

 

 

Es llamativo que se haya bautizado con el nombre de este navegante a una de las avenidas paralelas al río de los Remedios, uno de los cauces históricos que se proyectó por siglos entre el Estado de México y Ciudad de México. Y es que Fernando de Magallanes y Cristóbal Colón son las dos figuras emblemáticas de la navegación, patrocinadas por monarcas de la península ibérica. Colón se aventuró a concebir una ruta en el llamado Mar Océano (actual océano Atlántico) hacia el Oriente, la cual terminó cuando se topó con las tierras del continente americano, dejando trunca su misión original. Magallanes, por su parte, propuso al emperador Carlos V una expedición que terminara la labor de Colón y llegara hasta las islas Molucas, de la actual Indonesia. Las de Oriente, particularmente, fueron tierras afamadas por la especiería que llegaba a Europa.

 

Nacido en Portugal bajo el nombre de Fernão de Magalhães alrededor de 1480, nuestro personaje perteneció a una familia con buen linaje; tanto así que de joven sirvió a la entonces reina portuguesa Leonor de Viseu, esposa del rey Juan II. Tras la llegada al trono de Manuel I, Magalhães viajó en 1505 a India en medio del tremendo expansionismo portugués de la época que consolidó su posición hasta el Oriente. En aquella región estuvo hasta 1513.

 

De vuelta en Portugal, se encontró que la situación era distinta a cuando partió. El rey Manuel I valoró poco su esfuerzo en Asia y él no vio un futuro económico prometedor, así que ese mismo año se alistó en la campaña contra Azamor, en el actual Marruecos. Con todo y el éxito de la operación, Magalhães se sintió defraudado con su rey por no aumentar sus ingresos y encima no pagarle un costoso caballo que perdió en la batalla.

 

Entonces decidió abandonar su patria y establecerse en Sevilla en 1517. Allí casó con Beatriz Barbosa, hija de un importante matrimonio con dinero e influencia política, e incluso españolizó su nombre para ser Fernando de Magallanes. Su suegro, don Diego Barbos, apoyaría ante la Corona los planes de Magallanes que básicamente indicaban que el extremo del Oriente se encontraba tan cerca de América que la opción de alcanzarlas por la vía occidental demostraría su pertenencia a Castilla.

 

 

El artículo "Fernando de Magallanes" del autor Gerardo Díaz se publicó en Relatos e Historias en México número 118. Cómprala aquí