De cuando el Necaxa era el Atlético Español (1971-1982)

Los Toros que echaban rayos
Gerardo Díaz

El Atlético Español casi da la sorpresa en la final mexicana de 1974 contra el Cruz Azul. El marcador global terminaría 4 a 2 en favor de los Cementeros. 

 

 

 

No se les puede denominar mejor. Y es que, en 1971, un equipo de tradición dejaba de existir: el Necaxa. No sería por un descenso deportivo o abandono de sus seguidores que los de rayas blancas y rojas colgaron los tenis, sino por el interés de los empresarios españoles que, al adquirir el equipo, optaron por cambiar su nombre como homenaje a su patria y a la tradición futbolística que desde allá llegó a México.

 

Así, con un nuevo escudo y uniforme blanco, los otrora Rayos pasaron a ser los Toros del Atlético Español. Sin embargo, el primer año se mostró bastante problemático: la afición se sentía traicionada, los propios españoles poco identificados y los resultados deportivos fueron bastante inconsistentes. Pese a ello, con dignidad –y algo de suerte– la plantilla pudo mantenerse en la máxima categoría.

 

En contra de los pronósticos, los Toros se fueron consolidando como equipo. Llegaron extranjeros de calidad, como el goleador uruguayo Ricardo Brandón, y se dieron excelentes sorpresas provenientes de las fuerzas básicas, como los jóvenes Manuel Manzo o Tomás Boy, que años después destacaría en la selección nacional de futbol y en los Tigres de la UANL.

 

En la temporada 1973-1974, este proyecto parecía haber llegado para quedarse, pues los Toros disputaron la final contra el Cruz Azul. Pero el destino quiso que se enfrentaran al mejor equipo Cementero de la historia y fueron doblegados en un marcador global de 4 a 2.

 

Todavía el siguiente año fue bueno para el Atlético Español, pues se coronó campeón del torneo de Concacaf, que después les dio derecho a enfrentar al Independiente de Avellaneda, de Argentina, en la Copa Interamericana, la cual tristemente perdieron en penales.

 

Eso sería todo. La buena racha había terminado. La afición finalmente no se enamoró de los Toros como lo estaban de sus Rayos. Los nulos éxitos deportivos y las bajas entradas en el estadio demostraron que como negocio no se podría seguir manteniendo al equipo; ni siquiera podía generar cierta nostalgia, pues no tenían mucha historia ni arraigo entre los seguidores. Así, en 1982 el Atlético Español fue adquirido por Televisa, que revivió al Necaxa y sus colores para gusto y placer de sus aficionados.

 

 

El artículo "Los Toros que echaban rayos" del autor Gerardo Díaz se publicó íntegramente en Relatos e Historias en México, número 105

 

Esta publicación se complementa con el video "Independiente Argentina & Atlético Español en la Copa Interamericana de México 1976" que publicamos para que usted reviva la emoción del partido.