El sitio de Huajuapan

El más prolongado de la Independencia

3 de abril-23 de julio de 1812

Gerardo Díaz Flores

El sitio de Cuautla, en el que se acorraló a José María Morelos entre el 19 de febrero y el 2 de mayo de 1812, fue prioritario para las fuerzas virreinales. Ahí fue enviado Félix María Calleja con los mejores elementos de armas, circunstancia que significó debilitar otras regiones y que fue aprovechada por otros simpatizantes de la revolución de independencia.

Un movimiento temerario fue organizado por el insurgente Valerio Trujano para apoderarse de la Mixteca oaxaqueña, región que colinda con los actuales estados de Guerrero y Puebla. Logró apoderarse de Silacayoápam y Huajuapan, aunque fracasó en Yanhuitlán, pues esta logró ser defendida de manera eficiente por civiles leales a la causa española al mando de José María de Régules en calidad de jefe militar.

Por ello, desde la ciudad de Oaxaca, el comandante Bernardo Bonavía organizó una fuerza para derrotar a Trujano de una vez por todas. Para complementar a los dos batallones profesionales con que contaba, envió a Yanhuitlán improvisados grupos de negros, artesanos, indios e incluso uno eclesiástico organizado por el obispo del lugar.

Liderada por José María de Régules, esa fuerza virreinal acorraló a Trujano en Huajuapan al cortar toda comunicación del poblado con el exterior y, desde los primeros días de abril, comenzó un ataque constante para rendir al insurgente.

Los sitiados lograron contener una y otra vez los embates. Subsistieron con raciones mínimas de comida, construyeron una artillería rudimentaria con el metal de las campanas de la iglesia y diferentes tipos de proyectiles improvisados. Sin embargo, la situación se volvía insostenible. En contra de todas las probabilidades, lograron que un correo rompiera el cerco, solicitando ayuda. Este llegó a manos de Morelos, quien había escapado de Cuautla y se encontraba en Chilapa. Desde ahí acudió en auxilio de Trujano. Con ayuda de la vanguardia comandada por Miguel Bravo, se rompió el sitio y el 23 de julio los realistas abandonaron toda su artillería y municiones.

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