Por intermediación de compañías británicas y estadounidenses llegaron a nuestro país deportes que se arraigaron tanto en diversas regiones, que comenzaron a ser tan tradicionales como su comida. Los trabajadores extranjeros, añorando los pasatiempos de sus ciudades, comenzaron a retar a sus contrapartes mexicanos a dominar sus destrezas favoritas.

De esta manera el beisbol se posicionó rápidamente en toda la región de explotación petrolera como un entretenimiento de conjunto, que no requería mucho dinero ni gran condición física para poder disfrutarse en los tiempos libres. Pronto el peloteo interno se volvió insuficiente y, aunado a la expansión del juego en otros sectores de la población, se establecieron encuentros entre diferentes equipos.

De acuerdo con las crónicas jarochas, en septiembre de 1903 un grupo de trabajadores relacionados con la empresa petrolera del británico sir Weetman Pearson conformó el primer gran equipo del puerto de Veracruz. Con el uniforme blanco con algunos detalles en rojo, azul y una enorme A en el pecho, nació El Águila de Veracruz.

Tanto el nombre como el partido inaugural debe ser objeto de un seguimiento más exhaustivo, pues la compañía El Águila no fue fundada sino hasta 1908, aunque ciertamente Weetman Pearson ya explotaba los hidrocarburos por medio de otra compañía, y el rival indicado, los Indios de Juárez, probablemente sea otro equipo llamado Juárez, dado que los Indios se formaron en la década de los treinta y traer a una novena de aquellas latitudes estaba fuera de proporción en el naciente beisbol mexicano.

Al tiempo, El Águila llegó a posicionarse como uno de los grandes equipos de la época dorada de nuestro beisbol. En 1937 y 1938 alcanzaron los anhelados títulos nacionales, atrayendo además a grandes peloteros extranjeros a sus filas.

Con el paso de los años ha sufrido sus altibajos, peligrando su continuidad, pero ha logrado salir a flote con cambio de propietarios y una afición que tiene bien definidos sus colores desde inicios del siglo pasado.

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